
Redacción Voz de la Diáspora
La jornada de protestas y saqueos violentos continúa en Chile. El domingo, luego que la cifra de muertes aumentara, el presidente Sebastián Piñera dijo que el país está «en guerra» y decretó un nuevo estado de emergencia.
«Estamos en guerra contra un enemigo poderoso e implacable, que no respeta nada, ni a nadie y que está dispuesto a usar la violencia sin ningún límite, que está dispuesto a quemar nuestros hospitales, el metro, los supermercados, con el único propósito de producir el mayor daño posible», dijo Piñera a los medios locales.
La violencia y los enfrentamientos entre policías, militares, manifestantes y ciudadanos incrementaron considerablemente el fin de semana. De acuerdo a los datos oficiales, estos incidentes cobraron la vida de 11 personas.
Los chilenos califican esta jornada, como la peor oleada de violencia, desde que se reinstauró la democracia en el país, en 1990, luego de la dictadura militar de Augusto Pinochet.
El domingo por la noche, los militares, que desde el viernes se encargan de patrullar la capital, decretaron un toque de queda en las zonas donde se registraron los incidentes violentos.