Redacción Voz de la Diáspora
300 organizaciones de Centroamérica y el Caribe demandan reconocimiento de migración climática y urgen fondo de pérdidas y daños, en el marco de la COP29.
En vísperas de la 29 Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP29), el Foro Centroamérica Vulnerable Unida por la Vida, como plataforma regional que articula a un conjunto de aproximadamente 300 organizaciones y movimientos sociales de Centroamérica y el Caribe, demanda a los Estados que reconozcan las pérdidas y daños, la migración y desplazamiento forzado, a causa de la emergencia climática en la región, así como los impactos diferenciados en la vida de las comunidades indígenas, afrodescendientes, mujeres, juventudes, entre otros.
En su pronunciamiento las organizaciones consideran que la justicia climática y ecológica debe ser considerada un derecho esencial. Se hace un llamado urgente a los Estados para que adopten medidas estratégicas que prioricen la reducción de riesgos de desastres y la resiliencia ecosocial. Esto incluye la creación de políticas públicas que protejan la biodiversidad, los ecosistemas y los medios de vida de la población, garantizando la participación de las comunidades en la toma de decisiones, y asegurando que esta se oriente al avance de los derechos de las mujeres y aporten a la equidad.
Agregan que se deben crear mecanismos de financiamiento directo a los territorios. Los fondos climáticos internacionales deben tener confianza en las capacidades locales para la administración y rendición de cuentas, además de facilitar financiamiento climático para las pérdidas y daños, contribuciones justas y equitativas, basadas en el respeto a los DD. HH.
Exigen la integración y participación ciudadana en las negociaciones y garantizar condiciones para una revisión de la categorización que se está proponiendo, para que todos los pueblos y personas más vulneradas tengan acceso a estos mecanismos de financiamiento, sobre todo la región centroamericana.
Los impactos del cambio climático, como la pérdida de cosechas y la degradación de los bienes naturales, amenazan la identidad cultural y los medios de subsistencia de los pueblos y comunidades. Es vital que se garantice su participación en la toma de decisiones y se fortalezcan los marcos legales que garantizan derechos vitales.