Redacción Voz de la Diáspora
El Salvador – Familiares y autoridades celebraron, este miércoles, el momento histórico que vivió el astronauta de origen salvadoreño, Frank Rubio, quien se convirtió en el primer compatriota en viajar a la Estación Espacial Internacional, como parte de la Expedición 68 de la NASA.
La madre de Frank, Myrna Argueta, asistió al evento y compartió con las autoridades salvadoreñas. Ella agradeció a Dios porque ha llenado de sabiduría a su hijo y le ha permitido cumplir sus sueños. Asimismo, dijo que Rubio se siente orgulloso de representar a El Salvador, por lo que espera que su experiencia pueda servir de inspiración para los niños salvadoreños.
Autoridades de gobierno de El Salvador, participaron del evento oficial que acompañó a la familia de Rubio, para presenciar, en tiempo real y de manera remota desde El Salvador, el despegue de la nave espacial Soyuz MS-22, desde el cosmódromo Baikonur, en Kazajistán.
«Hace un año más o menos, en octubre, estaba de visita en la NASA cuando me comentaron que se iban a retomar los vuelos tripulados a la luna, pero la sorpresa que me querían dar era que en la primera misión que iría a la luna iba él, Frank Rubio, de origen salvadoreño», declaró el vicepresidente Félix Ulloa.
Durante el evento dedicado al astronauta y llevado a cabo en Casa Presidencial, en el cual, también, estuvo presente la encargada de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en El Salvador, Katherine Dueholm y representantes de la NASA.
El astronauta estadounidense de origen salvadoreño Frank Rubio se convirtió el miércoles en el décimo segundo hispano en llegar a la Estación Espacial Internacional (EEI) y lo hizo a bordo de una nave Soyuz rusa.
La Soyuz, nombrada K.E.Tsiolkovski en honor al 165 natalicio del fundador de la cosmonáutica teórica Konstantín Tsiolkovski, fue lanzada a las 13:54 GMT desde el cosmódromo de Baikonur, en la estepa kazaja, tal y como estaba previsto. Junto a Rubio, ingeniero de vuelo, viajan al espacio los cosmonautas rusos Serguéi Prokópiev, comandante de la tribulación 68 de la EEI, y Serguéi Petelin.