
Por Rocío Rivas
Corea del Sur se inició el control de la epidemia en la vida cotidiana, el pasado 6 de mayo.
Aunque el país no estableció una cuarentena general para contener la pandemia, las autoridades sí decretaron medidas de distanciamiento social, cierre de gimnasios, escuelas, iglesias, templos y otros lugares a los cuales asisten gran cantidad de personas; pues, estas reuniones pudieron contribuir a la expansión del coronavirus entre la población.
Cerca del 26 de abril, y con algunas condiciones, volvieron a funcionar de manera presencial los servicios religiosos en las iglesias y templos del país. Una de las normas a seguir, es que los niños y adolescentes no asistan a los eventos religiosos.
Mientras tanto, los adultos que se congreguen deberán tener buena salud y al ingresar a cada servicio, llenarán una lista con sus datos personales; además, deben usar mascarillas y se sentarse guardando la debida distancia con otras personas.
Por otro lado, los alumnos de las escuelas públicas, continúan recibiendo sus clases en línea. Pero se planea que la enseñanza presencial se reinicie por grupos, comenzando por los estudiantes de bachillerato, a partir de la próxima semana.
Con el cumplimiento de estas medidas, durante varios días se mantuvo un número mínimo de nuevos contagios. El reporte del Ministerio de Salud y Bienestar de Corea, indica que el 5 de mayo se reportaron tres nuevos pacientes y el día siguiente, se detectaron solamente dos casos. P
Sin embargo, el 9 de mayo, la cifra diaria de enfermos aumentó a 18. Por ahora, las autoridades creen que el contagio se dio en cinco bares ubicados en Itaewon, en Seúl, en los que estuvo un joven de 29 años, que en los últimos días dio positivo al examen de Covid-19.
Alarma entre bares y clubes nocturnos
El caso de este joven, fue suficiente para que las autoridades decretaran un nuevo cierre de clubes nocturnos y bares de la ciudad.
Las alarmas de los mensajes de teléfonos celulares de la población volvieron a sonar constantemente, indicando los nombres de los bares, la fecha, e incluso la hora en la que el joven visitó los establecimientos.
En estos mensajes se motivó a la población que asistió a los bares King Club, (킹클럽), Trunk (트렁크), Queen (퀸), entre otros, a que se realicen los exámenes pertinentes de manera voluntaria, que guarden auto cuarentena de dos semanas para evitar una nueva expansión de la enfermedad y si presentan síntomas, que asistan al Centro de Salud, llamado en coreano “Bogonso”.

“La mayoría de los visitantes (a dichos bares) no son accesibles. La tasa de pruebas (vinculadas al caso Itaewon) sigue siendo inferior a la mitad”, dijo el primer ministro Chung Sye-Kyun, en una reunión realizada el día lunes.
El alcalde de Seúl Park Won-soon dijo en una entrevista de radio con la emisora KBS que el gobierno de la ciudad tiene los nombres de 5,517 personas que visitaron las instalaciones afectadas y se pusieron en contacto con 2,045 de ellos.

A la media noche del 11 de mayo, el Ministerio de Salud y Bienestar de Corea del Sur, iformó en su reporte diario, sobre otro incremento de 35 pacientes, con el que el país alcanza la cifra total de contagiados a 10,909.
Además, en esta misma fecha, 13 personas iniciaron una cuarentena de dos semanas. Por primera vez en varios días, los infectados que ingresaron por las fronteras son un número menor, al compararlo con el total de los casos detectados dentro del país.
En detalle: 3 casos provienen del exterior y 32 son pacientes que viven dentro de Corea. La mayoría de ellos, residen en Seúl y en las ciudades vecinas de Gyeong-gido e Incheon.
