De las antiguas máquinas de escribir mecánica a la tecnología electrónica, toda una época del ejercicio del periodismo

Podemos concluir en que la tecnología siempre ha facilitado el trabajo, pero nunca ha desplazado el talento, el ingenio y la creatividad de aquel sabueso de la noticia.

Por Eduardo Cubías

Cultura – La fotografía nos transporta a una época, donde la tecnología no facilitaba la redacción y edición de la noticia, sin embargo, se compensaba con talento, y vocación.

La primera fotografía marca los albores del periodismo impreso, cuando en las salas de redacción de los periódicos se escuchaba el tecleado bullicioso de las máquinas de escribir mecánica y el afán de entregar la nota a tiempo, antes del cierre de edición.

Recuerdo que en el primer plan de estudios de Periodismo (finales de los 50s, del siglo pasado), incluía las asignaturas de Mecanografía y taquigrafía, ya que no era usual el uso de las grabadoras. La taquigrafía resolvía la dificultad de tomar nota de las declaraciones de un funcionario.

Aún guardo en mi museo mi vieja máquina de escribir “Underwood“, testigo fiel de mis primeros años del “oficio más bello del mundo”-

La segunda fotografía registra todo un escenario de los haberes y enseres de un periodista de un medio impreso: la máquina de escribir en primer plano, la libreta de notas, el café los cigarrillos, el teléfono y una cámara fotográfica de fuelle, objetos sagrados para el trabajo de un reportero.

Foto; Cortesía.

La tercera fotografía: una máquina de escribir eléctrica, con dispositivos electrónicos para facilitar la escritura. En esta época, la tecnología, pese a sus limitaciones de la época, permitía realizar un trabajo más ágil y más limpio. Ya había grabadoras y cámaras fotográficas más avanzadas, pero todavía no eran digitales.

; Cortesía.

Por estos años, (décadas de los 80s. y 90s.) ya habían incursionado en los periódicos impresos, las primeras promociones de periodistas graduados en la Universidad de El Salvador ha desplazar a periodistas empíricos.

Podemos concluir en que la tecnología siempre ha facilitado el trabajo, pero nunca ha desplazado el talento, el ingenio y la creatividad de aquel sabueso de la noticia.

En lo personal, he ejercido el Periodismo en estos tres periodos, desde mediados de los 60s, del siglo pasado, hasta los presentes días y me he sabido adaptar a estos evolutivos cambios del periodismo y los medios de comunicación masiva.