Por Oscar Vigil
Toronto, Canadá. En estos tiempos de Facebook, Twitter, Instagram y tantos otros recursos de la social media, la posibilidad de difundir “fake news” está en la punta de los dedos. Las fuentes creíbles y veraces muchas veces están sepultadas bajo grandes cantidades de gigabytes, y los periodistas de verdad, con su formación profesional y su compromiso con el balance y la objetividad parecerían más bien un recuerdo del pasado.
Pero no todo está perdido. Por lo menos todavía no. Y, es más, con el florecimiento de las falsedades virales, pareciera que muchas personas están volviendo a consultar las fuentes originales. Por lo menos esa fue la sensación que dejó el conversatorio “Retos actuales de la libertad de expresión en América Latina”, que se llevó a cabo el sábado pasado en Toronto.
En la actividad, organizada por Revista Debate y el Centro Cultural Latinoamericano, participaron los periodistas Guillermo Fernández Ampíe, nicaragüense, ex editor de la Revista Barricada Internacional y actual profesor de la Universidad Autónoma de México; Isabel Inclán, mexicana, corresponsal en Canadá de la Agencia Mexicana de Noticias NOTIMEX; Luisa Moncada, salvadoreña, corresponsal en Toronto de la Agencia de Noticias Voz de la Diáspora; y Freddy Vélez, colombiano, Editor en Jefe del periódico Correo Canadiense, de Toronto. La conversación fue moderada por el periodista Gilberto Rogel, salvadoreño, Editor de Revista Debate.
Cada uno de los periodistas habló sobre la situación actual de la libertad de expresión en sus respectivos países, sin embargo, una vez y otra vez venía siempre a colación la situación actual del periodismo y de la libertad de expresión en los medios de comunicación hispanos de Toronto, así como también del impacto que tienen las redes sociales en la construcción de las noticias.
La conversación fue abundante y apasionada, particularmente cuando le tocó a la audiencia hacer preguntas o dar su opinión. La tensión invadió el salón en algunas ocasiones, dejando al descubierto la variopinta composición política, social, económica e ideológica que conforma a la comunidad latina aquí en Canadá.
Pero sin duda, constituyó un excelente ejercicio de discusión y análisis sobre las realidades informativas que viven las comunidades inmigrantes, particularmente cuando estas tocan directamente a sus países de origen o a sus preferencias político/ideológicas.
“Creo que hemos estado en un ayuno de eventos como este, y qué bueno que surjan, porque hemos tenido la posibilidad no solamente entre nosotros los periodistas sino que también con un público que ha estado muy interesado, muy juicioso, muy atento y muy activo, de hacer un intercambio de ideas que en algún momento fue un poco tenso, pero que estuvo muy bueno porque no buscamos unanimismo, sino que lo que buscamos es generar precisamente un diálogo”, dijo el periodista Freddy Vélez.
Agregó que esta conversación fue muy enriquecedora, particularmente en estos momentos en que las redes sociales a través de los algoritmos están llevando a que los que tengan ideas de derecha solo lean y comenten con gente de derecha, y que los que son de izquierda lo hagan también solo con los de izquierda, lo cual impide una visión más amplia del mundo.
La periodista Isabel Inclan coincide con este planteamiento, asegurando que fue un buen ejercicio de discusión, de análisis colectivo entre periodistas y latinoamericanos sobre temas claves como el de la libertad de expresión. “Mucha gente habló de qué hacer con las redes sociales, con las “fake news”, con la censura y con los asesinatos en varios países. Me parece que este es un buen ejercicio democrático, colectivo, donde hubo libertad de expresión, y qué bueno que se dé este espacio de comunicación y que cada uno se lleve lo mejor de lo que haya recogido”.
Agregó que le alegra que haya habido posiciones disonantes entre todos los participantes, porque “siempre que haya diversidad va a existir enriquecimiento de diálogo, de análisis. Si todos pensáramos igual, pues entonces mejor nos vamos a bailar porque no hay nada que hablar del tema”.
Por su parte, a la periodista Luisa Moncada le pareció muy halagador ver a tanta gente que llegó al conversatorio dado que muestra que están interesados en la temática. “Me pareció también muy interesante reconocer como periodista que la gente está en un momento en que está criticando la labor del periodismo, que está pendiente de lo que estamos haciendo y que está tomando postura también sobre el trabajo de los periodistas. Creo que sin duda esto es un gran reto para los periodistas, porque ya no solamente nos dedicamos a informar sino también a asumir las críticas de lo que informamos”, expresó.
Para el periodista Gilberto Rogel, el tema es sumamente amplio. “Hay 20 mil preguntas, 20 mil repuestas, el grupo de ponentes demostró la pluralidad de ideas que tenemos en Latinoamérica y sobre todo acá en Toronto, y también se demostró lo ideologizada que está la comunidad latinoamericana en Toronto y cómo las pasiones se desbordan, porque mucha gente se apasiona y pierde la brújula, y no permiten ver las opiniones de otra naturaleza”, explicó.