Redacción Voz de la Diáspora
El Salvador, San Salvador-Cada 10 de diciembre el mundo conmemora el Día Internacional de los Derechos Humanos, recordando la adopción de la Declaración Universal de 1948, un documento que reconoce la dignidad inherente de todas las personas. Este año, la fecha encuentra a El Salvador en un momento marcado por profundas tensiones entre seguridad, democracia y derechos fundamentales.
Un país bajo régimen de excepción
Desde marzo de 2022, El Salvador vive bajo un régimen de excepción prorrogado más de 30 veces, lo que ha permitido detenciones sin orden judicial, restricciones al derecho de defensa y limitaciones a la libertad de reunión.
Según organizaciones nacionales e internacionales, este contexto ha generado más de 70,000 detenciones, miles de denuncias por capturas arbitrarias y reportes de torturas, muertes bajo custodia y desapariciones
El gobierno sostiene que estas medidas son necesarias para combatir a las pandillas y devolver la seguridad a la población; sin embargo, defensores de derechos humanos advierten que las políticas de seguridad no pueden justificar violaciones sistemáticas.
Retrocesos en la institucionalidad y el acceso a la información.
En este Día Internacional de los Derechos Humanos, diversas organizaciones alertan sobre el debilitamiento de la independencia judicial, el uso del aparato estatal para perseguir voces críticas y la falta de transparencia en áreas clave como seguridad, gasto público y funcionamiento de centros penitenciarios.
La concentración de poder y el desmontaje de contrapesos democráticos representan —según expertos— uno de los mayores desafíos para la vigencia de los derechos humanos en el país.
Las víctimas que no deben quedar en silencio
A pesar del clima de miedo y autocensura, familiares de detenidos, comunidades afectadas y organizaciones de la sociedad civil han mantenido viva la exigencia de verdad, justicia y reparación. Grupos de madres y familiares recorren instituciones reclamando información sobre sus seres queridos desaparecidos o detenidos sin fundamento.
El Salvador también enfrenta deudas históricas como la búsqueda de justicia en casos emblemáticos: la masacre de El Mozote, las desapariciones forzadas del conflicto armado y otros crímenes cuya verdad sigue pendiente.
Un llamado a la esperanza y al compromiso
En medio de este contexto, la conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos se convierte en una oportunidad para reflexionar sobre el camino hacia un país donde la seguridad no excluya la dignidad humana, donde la justicia sea imparcial y donde la verdad no sea oculta. La defensa de los derechos humanos no es un acto de oposición —dicen las organizaciones— sino una condición esencial para una sociedad libre, democrática y respetuosa de la vida.
