Redacción Voz de la Diáspora
Por primera vez, después del fin de la dictadura militar bajo el régimen de Augusto Pinochet, el ejército patrulla nuevamente las calles de Santiago de Chile, luego que ola de protestas y violencia golpeara la ciudad.
El viernes por la noche el presidente Sebastián Piñera decretó estado de emergencia, tras las violentas protestas, que iniciaron por el alza en el costo de los pasajes del metro.
Según reportes locales, este sábado por la mañana comenzaron a desplegarse los primeros grupos militares en las zonas donde se focalizó la violencia por las protestas.
Las protestas fueron convocadas por estudiantes de secundaria, pero debido a que antes se habían anunciado alzas en las tarifas de electricidad, el llamado a protestar tuvo mayor eco.
Las manifestaciones iniciaron el lunes. Los estudiantes llamaron a no usar el metro y protestar por el aumento al pasaje. Sin embargo, fue el viernes que la violencia se desató.
Grupos de manifestantes incendiaron estaciones ferroviarias de la zona metropolitana; además, quemaron buses, hicieron barricadas y se enfrentaron con la policía en diferentes puntos de la ciudad.
Cuando la situación llegó a la calma, las autoridades pudieron observar la gravedad de los daños causados en esta jornada.
Karla Rubiar, gobernadora de la ciudad, dijo a los medios locales que 16 buses fueron incendiados, 14 estaciones del metro fueron destruidas. Mientras que la Policía, dijo que 308 personas fueron detenidas y al menos unos 167 resultaron heridos en los altercados.
El cuerpo de Caravineros, la policía local, reportó 156 de sus elementos heridos.