Por Milagro Orellana
EEUU. Una alfombra azul y blanco vistió este fin de semana el Venice Blvd al Sur de Los Ángeles, California, uno de los bulevares más visitados y populares de la ciudad donde miles de familias conmemoraron el “Día del Salvadoreño”.
Los expatriados también celebraron las fiestas del “Divino Salvador del Mundo” en honor al patrono de El Salvador, que son los festejos religiosos más importantes en el país centroamericano cada 6 de agosto, los cuales son acogidos por las comunidades de salvadoreños alrededor del mundo que dejaron su patria en busca de nuevas oportunidades.
La actividad fue realizada por la Unidad de Comunidades de El Salvador (UNICOMDES-USA), que organiza la actividad en Los Ángeles desde 1999, donde por primera vez la tradicional bajada del Divino Salvador del Mundo.
La iniciativa surgió de un grupo de feligreses católicos que se congregaron en la iglesia Preciosa Sangre, ubicada al Sur de la ciudad angelina, y decidieron llevarle a los migrantes salvadoreños un pedacito de las tan anheladas tradiciones de su tierra cuzcatleca.
“Esto nace desde hace 24 años de un grupo de salvadoreños con la idea de traer nuestras raíces, nuestras costumbres”, manifestó Mártir Benítez Espinal, vicepresidente y director de asuntos religiosos de (UNICOMDES-USA).
Participar en esta fiesta es para mí una satisfacción en el alma ya que me siento identificada como que nunca hubiera salido de El Salvador porque uno extraña su lugar de origen, también estoy alegre de ser voluntaria y ayudar a la comunidad a través de las organizaciones comunitarias», añadió Doris Díaz.
En opinión de Díaz, una salvadoreña oriunda del occidental departamento de Santa Ana, que llegó a la ciudad de Los Angeles hace 31 años, la fiesta representa una oportunidad para acercarse a sus raíces, y le permite compartir con otros compatriotas que viven en el país nortamericano.
En tanto, entre lágrimas Mirna Lizbeth Brizuela describió su alegría por compartir con cientos de sus compatriotas que asistieron a la festividad, el momento cumbre fue cuando pudieron corear la icónica melodía “Mi País” del cantautor Alvaro Torres, que se ha convertido en un segundo himno para los salvadoreños en el extranjero.
Brizuela, una doctora en medicina graduada de la Universidad de El Salvador originaria de Aguilares al norte de San Salvador, dijo que a siete meses de haber emigrado a la ciudad de Los Ángeles es difícil soportar el dolor y la nostalgia por abandonar la tierra que la vio nacer debido al contexto actual que vive el país.
En tanto la salvadoreña Mirna Lizbeth Brizuela dijo que fue “una inmensa alegría al ver a tanto compatriota vistiendo los colores de nuestra bandera, sabiendo que ellos al igual que yo, experimentan la misma nostalgia, pero a la vez alegría de sentir nuestra sangre y amor salvadoreño, al escuchar y bailar nuestra música, y principalmente cuando pude cantar a todo pulmón:
“Mi país, mi país que lindo es mi país….” Sentí una alegría, nostalgia desbordante, el dolor en mi corazón por extrañar todo lo que en El Salvador dejamos”, expresó.
El encuentro también contó con la participación del diputado de Nuevas Ideas, en el gobierno, William Soriano a quien no se le permitió subir a la tarima a saludar a los asistentes.
“El Día del Salvadoreño, no es un mitin político, no es una fiesta de idiología, es una fiesta del día del Salvador del Mundo”, explicó Mártir Benítez Espinal, vicepresidente de (UNICOMDES-USA).
La festividad del Día del Salvadoreño es uno de las actividades más grandes que le da vida a la cultura y al mismo tiempo ha puesto en la palestra pública de la nación norteamericana las costumbres y tradiciones de la comunidad, una actividad que de manera paralela se realiza en otros Estados entre esos Nueva York, y Washington DC.
Estados Unidos declaró el 6 de agosto como el “Día del Salvadoreño” para reconocer el aporte económico, social y político de millones de compatriotas a la economía estadounidense a través de una resolución emitida por el Congreso Federal en 2016.
Los organizadores expresaron su satisfacción por la participación del pueblo y el apoyo de otras nacionalidades latinoamericanas, a su vez lamentaron la falta de apoyo y un mensaje a la comunidad salvadoreña por parte del gobierno de El Salvador.