Redacción Voz de la Diáspora
El miedo y el caos se ha apoderado de Kabul, la capital de Afganistán, y del resto del país, ante la toma del gobierno por parte de los talibanes.
Abdul Ghani Baradar podría ser el líder del Emirato Islámico.
El Talibán, autodenominado como Emirato Islámico de Afganistán, es una facción político-paramilitar fundamentalista islámica sunní, que este domingo ha reconquistado el gobierno de ese país después de casi 20 años de ocupación estadounidense junto a sus aliados occidentales.
Este domingo el ministro afgano del Interior, Abdul Sattar Mirzakwal dijo mediante un vídeo que «Los afganos no deben preocuparse, no habrá un ataque contra la ciudad» de Kabul. «Habrá una transferencia pacífica del poder hacia un gobierno de transición«, afirmó, aunque nadie confía en que esto vaya a cumplirse.
La situación ha causado preocupación entre la población por temor a represalias y a la implantación radical de la Sharia o ley islámica.
Horas después que se hiciera oficial la toma del poder por parte de los talibanes, cuando el ahora expresidente afgano Ashraf Ghani huyera hacia Tayikistán, las diferentes embajadas occidentales empezaron a repatriar a sus ciudadanos, militares y los colaboradores locales que han trabajado para ellos.
La comunidad internacional por su parte, muestra su preocupación por el giro que puede tomar el rumbo de este país hacia un Estado represivo y por el miedo que ha sumido a la población a tal punto que muchas personas están intentando escapar del país por diferentes medios, incluso arriesgando su vida.
La llegada al poder de los talibanes y la implantación de la Sharia, significaría un marcado retroceso en cuanto a derechos ciudadanos con especial agravante hacia a las mujeres ya que según la ley islámica ocupan un segundo lugar en la sociedad, llegándoles a negar incluso la educación.