
Por Voz de la Diáspora
Estados Unidos.- Varias agencias de Naciones Unidas expresaron su preocupación por los recientes cambios a la ley penal juvenil en El Salvador que aumenta las penas de cárcel contra menores vinculados a pandillas, y alertaron que encarcelarlos no es la solución a la violencia en el país, que llevó al gobierno a establecer un régimen de excepción en los últimos días.
“En este momento decisivo, instamos encarecidamente al Gobierno de El Salvador a que revise los cambios en la ley penal juvenil”, dijeron en un comunicado conjunto UNICEF, el Fondo de Población (UNFPA), y la oficina del Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños.
Las agencias advierten que los derechos de los niños, niñas y adolescentes se aplican en todo momento, incluso en los estados de excepción, al tiempo que ofrecieron apoyo técnico al gobierno salvadoreño “para hacer frente a la violencia de las pandillas” y los cambios a la ley penal juvenil de acuerdo con las normas internacionales.
Reconocieron que la violencia de los grupos “es inaceptable” por el daño que provocan en las comunidades y expone a los menores en riesgo de vincularse al mundo del crimen, sin embargo consideran que “las medidas punitivas por sí solas no resolverán la violencia de las pandillas”.
“Ninguna de estas medidas se ajusta a las disposiciones vinculantes de la Convención sobre los Derechos del Niño, de la que El Salvador es parte”, advirtieron.
En medio de la escalada de violencia y asesinatos en las últimas semanas en los que se vincula a pandilleros, las autoridades salvadoreñas respondieron con medidas de seguridad más drásticas en las calles, y las cárceles, reformas a la ley penal juvenil, y el régimen de excepción aprobado por la Asamblea Legislativa a pedido del presidente Nayib Bukele.
A partir de esos cambios los menores entre 12 y 15 años que sean condenados por cometer un delito como parte de un grupo delictivo podrían enfrentarse a hasta 10 años de prisión, en tanto los mayores de 16 años la pena podría ser hasta 20 años, según las agencias.
También admiten que “permanezcan detenidos hasta que se dicte sentencia firme y limitan la posibilidad de que sus sentencias sean modificadas o anuladas”
“Ninguna de estas medidas se ajusta a las disposiciones vinculantes de la Convención sobre los Derechos del Niño, de la que El Salvador es parte”, dijeron los organismos de la ONU, tras destacar que la convención establece que la detención sólo debe ser utilizada como medida de último recurso y durante el menor tiempo posible.
Desde su perspectiva encarcelar a los menores no proporciona un entorno que mejore su desarrollo, ni promueve su reintegración como miembro positivo de la sociedad, ya que existen pruebas que demuestran que el encarcelamiento aumenta las posibilidades de deserción escolar, y que cometa un delito más adelante en su vida, perpetuando los ciclos de violencia, exclusión y pobreza.
“Las medidas no privativas de libertad son mucho más rentables que la detención y generan mejores resultados para los propios niños, niñas, adolescentes y la sociedad en general”, agregaron.