Redacción Voz de la Diáspora
El Salvador – Después de 27 años desde que la iglesia católica salvadoreña inició la preparación del proceso de canonización, desde noviembre de 1988, por iniciativa de Monseñor Arturo Rivera Damas, Arzobispo de San Salvador, junto al Consejo Presbiteral, había determinado que era el momento de “introducir la causa de canonización de Monseñor Óscar Arnulfo Romero” por vía del martirio.
Fue así como, el Papa Francisco emite la carta apostólica atendiendo el deseo del actual arzobispo metropolitano José Luis Escobar Alas y de todo el episcopado salvadoreño.
“En virtud de muestra autoridad apostólica facultamos para que el venerable Siervo de Dios OSCAR ARNULFO ROMERO GALDÁMEZ, Obispo y mártir, pastor según el corazón de Cristo, Evangelizador y padre de los pobres, Testigo heroico del Reino de Dios, Reino de justicia, fraternidad y paz, en adelante se le llame Beato y se celebre su fiesta el día veinticuatro de marzo, en que nació para el ciclo, En el lugar y según el modo establecido por el derecho. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Dado en Roma, junto a San Pedro, el día catorce de mayo, fiesta de San Matías, Apóstol, del año dos mil quince, tercero de mi pontificado”.
Firmaba la carta el Papa Francisco.
En el marco de su séptimo aniversario, la jerarquía católica de El Salvador, para celebrar al que ahora reconocen como San Oscar Arnulfo Romero, obispo y mártir ha solicitado a las parroquias celebrar su memoria en todas las misas junto a los feligreses católicos.
Monseñor Oscar Arnulfo Romero y Galdámez, fue asesinado en marzo de 1980, mientras celebraba una misa en la Capilla del Hospital de la Divina Providencia, Monseñor Romero fue asesinado ante numerosos testigos por un integrante de un escuadrón de la muerte.
Recordemos el acto oficial de la beatificación de Monseñor Oscar Romero en San Salvador, un 23 de mayo de 2015.