Por Luis Alberto López
Las arcas financieras del gobierno central de El Salvador se encuentran en dificultades ante la falta de ingresos en los últimos meses, como efecto de la pandemia del COVID-19.
“La caja fiscal del Estado se encuentra en este momento en una situación muy crítica”, aseguro el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, quien agregó que la economía necesita liquidez para apoyar la reactivación de la actividad productiva y comercial.
Pagos de subsidios, pensiones a veteranos de guerra, fondos para las municipalidades, pagos a proveedores, ayuda a empresas para pagar planillas a empleados y bonos para trabajadores del sector informal, entre otros compromisos, que por hoy no cuentan con financiamiento.
El titular de gobierno asegura que tienen un déficit presupuestario de más de $645 millones, de un presupuesto que supera los $6 mil millones aprobados para este año.
El gobierno central espera que la Asamblea Legislativa reasigne fondos por $250 millones gestionados de préstamos en la banca internacional.
Gran parte de estos recursos serán utilizados para gasto corriente y ajustar el presupuesto General de la Nación de este año.
Ante la caída de los ingresos, una de las fuentes de recuperación de fondos es el combate a la evasión fiscal, en este marco las autoridades de hacienda presentaron un nuevo aviso ante la Fiscalía General de la República para investigar tres casos de presunta evasión que superan los $800 mil.
Estos nuevos casos se suman a los 33 ya presentados por la Administración Tributaria, como parte de los resultados obtenidos a nivel nacional con la ejecución del Plan Anti evasión, desde octubre del año pasado.
El gobierno asegura que tiene un equipo especial que trabaja “24/7” investigando casos y que serán presentados en lo que han llamado “jueves de evasores” que coincide con el día en que la Asamblea Legislativa programa la sesión plenaria de cada semana.