Redacción Voz de la Diáspora
El Fondo Monetario Internacional (FMI) bajó a 5 por ciento las proyecciones de crecimiento de Panamá para 2019 desde un 6% a inicios del año por “una recuperación pausada” del desempeño económico que lleva varios años consecutivos en desaceleración, pero aclaró que los fundamentos del país se mantienen “sólidos”, dijo el organismo en un comunicado.
En 2020 Panamá experimentaría una recuperación del potencial de crecimiento situándose en 5½ por ciento con una inflación aproximada del 2 por ciento en el mediano plazo.
El FMI tomó la decisión de bajar las previsiones de crecimiento de Panamá tras culminar una misión de varios días en el país encabezada por Alejandro Santos.
“Si bien Panamá permanece entre las economías más dinámicas de América Latina, la recuperación económica ha sido más lenta que lo que se anticipaba”, según la nota oficial.
El FMI advirtió además que datos preliminares indican una caída en los ingresos fiscales que contrasta con la aceleración en la implementación del gasto presupuestal, lo que conducirá a un déficit fiscal en la primera mitad del año por encima del límite de 2 por ciento del PIB establecido para todo el año en la regla fiscal.
El organismo observó que el país también registra una acumulación de grandes sumas de pagos retrasados a proveedores y bancos que requieren ser saldados.
“Las autoridades estiman que, de no contar con medidas correctivas, el déficit fiscal podría llegar a casi 4 por ciento del PIB en 2019”, afirmó el FMI.
Aclaró que las autoridades estarían comprometidas a tomar las medidas correctivas necesarias, pero “temen que una rápida implementación de estas medidas pudiera debilitar aún más el proceso de recuperación”.
En ese contexto, esperan reducir el déficit fiscal en más del 2 por ciento del PIB en los próximos dos años, lo que les permitirá cumplir para 2021 con el límite de déficit de 1¾ por ciento del PIB que señala la Ley de Responsabilidad Social y Fiscal, de acuerdo al comunicado del FMI.
El nuevo gobierno del presidente Laurentino Cortizo que inició el 1 de julio dijo que asumirá los compromisos heredados, incluyendo el pago a contratistas con el gobierno que podrían alcanzar unos 1000 millones de dólares, lo que a corto plazo dinamizaría la economía interna.
Panamá registró una marcada desaceleración del crecimiento en el último quinquenio, afectado en parte por la caída de la economía y el comercio global, sin embargo, se mantuvo como el país con mejor desempeño del continente empujado por los sectores vinculados al mercado externo como las operaciones en el Canal de Panamá, los puertos, y el transporte.
En tanto cayeron los sectores internos, especialmente la Zona Libre de Colón afectada por la crisis en los principales compradores de mercancías, y la construcción por la baja en la venta de viviendas, y la conclusión de megaproyectos privados y estatales.
La nación centroamericana también lucha con un problema reputacional derivado de escándalos como los llamados “Panamá Papers”.
En junio pasado también fue incluida en las listas grises del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) integrada por países con deficiencias estratégicas en su marco regulatorio contra el blanqueo de capitales.
En ese contexto, a pesar de los avances recientes en la integridad financiera, incluyendo el reconocimiento de la evasión fiscal como delito determinante al blanqueo de capitales, el marco regulatorio debe fortalecerse aún más y necesita demostrar su efectividad, acotó el FMI.