
Por Dennis Aguillón
La crisis generada por el coronavirus ha sido la excusa de gobiernos de corte autoritario para imponer medidas que de alguna manera han violentado los derechos de sus ciudadanos.
De acuerdo a analistas, este es el caso de Honduras, El Salvador y Nicaragua que han puesto en riesgo a su población tras negar el impacto de la pandemia.
En el caso de El Salvador, el presidente Nayib Bukele ha señalado los fallos de la Corte Suprema de Justicia, que prohiben detener a los ciudadanos que no atiendan la cuarentena estricta y las medidas sanitarias que impuso el ejecutivo bajo la justificación de salvar vidas.
Recientemente, en cadena nacional, el mandatario salvadoreño respondió a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia: “ Los hubiera fusilado a todos o algo así si fuera de verdad un dictador. Salvar 1,000 vidas a cambio de cinco”.
Las confrontaciones han sido permanentes para todo aquel que contradiga o cuestione las políticas que desea implementar.
Por otra parte, también ha cuestionado el rol de los medios de comunicación, especialmente de aquellos que han investigado irregularidades en las compras del Estado para atender la pandemia.
Para José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch, Bukele ha utilizado la pandemia “como excusa para concentrar poder y atacar a los órganos Legislativo y Judicial, con el objetivo de deteriorar las instituciones democráticas”.
“Difícilmente podemos encontrar un récord más autoritario que el del presidente salvadoreño durante la pandemia, entre los países con sistemas democráticos”, afirmó Vivanco.
