
Por Paola Molina Noguera
Acaba de ser publicado el Digital News Report 2020 basado en una encuesta de enero y abril de 2020, que contiene datos acerca del cambio en los hábitos de consumo de noticias e información en el marco de la pandemia del coronavirus, siendo este estudio es el más completo en esta área a nivel global y refleja los siguientes datos:
Hay aumentos significativos y un mayor número de personas identifican a la televisión como su principal fuente de noticias, proporcionando un aumento temporal a la caída constante que venía presentando.
El consumo de periódicos impresos ha caído a medida que los problemas de movilidad y transitabilidad han afectado su distribución física, que llevará a acelerar su migración a un futuro totalmente digital.
El uso de las redes sociales y en línea aumentó sustancialmente en la mayoría de los países. WhatsApp vio el mayor crecimiento, con incrementos de alrededor de 10 puntos porcentuales en algunos países, mientras que más de la mitad de los encuestados (51%) usaron algún tipo de grupo en línea (abierto o cerrado) para conectarse, compartir información o participar en una red de apoyo local.
En todos los grupos de edad, el uso de Instagram para noticias se ha duplicado desde 2018 y parece probable superar a Twitter durante el próximo año.
La confianza de los medios tradicionales fue más del doble del nivel que para redes sociales, plataformas de video o mensajería servicios cuando se trataba de información sobre COVID-19.
Las preocupaciones globales sobre la desinformación siguen siendo altas, más de la mitad de la muestra global afirmaban que estaban preocupados por lo que es verdadero o falso en el Internet cuando se trata de noticias.
Las personas que se autoidentifican como de derecha tienen más probabilidades de culpar a los medios de comunicación como responsables de difundir la información falsa.
Facebook es visto como el principal canal para difundir información falsa en casi todas partes del mundo y WhatsApp es visto como el más confiable.
Un 60% prefiere noticias que no tienen un punto de vista particular y solo una minoría (28%) prefiere noticias que comparten o refuerzan sus puntos de vista.
Hay aumentos significativos en el pago de noticias en línea en varios países, incluido Estados Unidos, 20% (+4) y Noruega 42% (+8), con aumentos menores en un rango de otros mercados. Cabe, destacar, que en todos los países la mayoría de la gente todavía no paga las noticias en línea.
En la mayoría de los países, los periódicos locales y sus sitios web siguen siendo la principal fuente de noticias sobre un pueblo en particular o región, llegando a cuatro de cada diez (44%) semanalmente. Facebook y otros grupos de redes sociales ahora constituyen el 33% para noticias locales e información, presionando aún más a las empresas y sus modelos de negocio.
En todos los países, en promedio el 28% prefiere comenzar sus viajes de noticias con un sitio web o aplicación. Quienes tienen entre 18 y 24 años (Generación Z) presentan más del doble de probabilidades de preferir para acceder a las noticias a través de las redes sociales.
En los Estados Unidos uno de cada cinco (21%) accede a un correo electrónico de noticias semanalmente. Los países europeos sólo el 10% utiliza noticias por correo electrónico.
La mitad de todos los encuestados (50%) dicen que los podcasts proporcionan información con más profundidad y comprensión que otros tipos de medios. Mientras tanto, Spotify se ha convertido en el destino número uno para podcasts, superando la aplicación de podcast de Apple.
El 60% considera que los medios de comunicación han hecho un buen trabajo ayudando a la gente común a comprender el alcance de la crisis (60%), y también en aclarar lo que la gente puede hacer personalmente para mitigar el impacto (65%).
Solo un tercio (32%) piensan que los medios han exagerado la gravedad de la situación, en los Estados Unidos fue mayor (38%) y Argentina (41%).
Los niveles promedio de confianza en el gobierno nacional y las agencias de noticias son casi idénticos, puesto que en las primeras etapas de esta crisis, muchas organizaciones de medios se centraron en amplificar mensajes de los gobiernos sobre salud y distanciamiento social, incluyendo llevar conferencias de prensa gubernamentales.
En abril casi un cuarto (24%) utilizó WhatsApp para buscar, discutir o compartir noticias sobre COVID-19, siete puntos por arriba de la encuesta de enero 2020.
Uno de cada diez accedió a chats de video cerrados utilizando plataformas como Zoom, Houseparty y Google Hangouts, muchos por primera vez.
Junto con el impacto en la producción de impresión y distribución en los medios, es probable que el efecto sea acelerar en lugar de ralentizar el cambio a digital.
Los medios jugaron un papel de gran apoyo en las primeras etapas de la crisis, cuando las vidas estaban en mayor riesgo, pero ese consenso ya ha comenzado a descomponerse a medida que se reanudan las actividades normales y los desacuerdos resurgen.
Instagram y Snapchat se han vuelto populares con grupos más jóvenes para acceder a noticias sobre COVID-19. Famosos e influencers juegan un papel muy importante en estas redes para compartir música, correr, clases de ejercicio y comentar sobre los problemas de salud.
Uno de cada diez (11%) accedió a las noticias de COVID-19 a través de TikTok en los EE. UU. y el 9% en Argentina.
Las sociedades divididas parecen confiar menos en los medios, no necesariamente porque el periodismo es malo, sino porque la gente está generalmente insatisfecha con las instituciones en sus países.
Los medios de servicio público siguen siendo, en general, las marcas más confiables, especialmente en los países del norte de Europa donde tienen una fuerte tradición de independencia.
El 58% piensa que las redes sociales deben bloquear los anuncios engañosos de empresas.
En los Estados Unidos las personas que usan regularmente los canales de noticias como Fox y CNN prefieren noticias parciales. En el Reino Unido se observa la imagen contraria, las personas que usan televisión como fuente principal prefieren noticias neutrales u objetivas.
Las personas ven las redes sociales con preocupación por ser la mayor fuente sobre información errónea (40%), por delante de los sitios de noticias (20%), aplicaciones de mensajería como WhatsApp (14%) y motores de búsqueda como Google (10%).
El 29% considera que Facebook es donde se difunde la mayor cantidad de información errónea, seguido por YouTube (6%) y Twitter (5%). Pero en partes del mundo como Brasil, la gente dice que está más preocupada por aplicaciones de mensajería como WhatsApp (35%). Lo mismo opinan en Chile, México, Malasia y Singapur.
Twitter es visto como el más grande problema en Japón y YouTube en Corea del Sur, en gran parte porque Facebook se usa mucho menos en ambos países.
Dadas estas preocupaciones, Facebook ha incrementado el financiamiento para verificadores de hechos independientes y varias plataformas han eliminado información errónea que infringe las pautas.
La alfabetización digital también ha sido una prioridad, con un enlace destacado a fuentes de información confiables fijadas en la parte superior de Facebook. Se han ajustado los algoritmos para priorizar fuentes de noticias oficiales y de confianza.
Puede ser que COVID-19 finalmente sobrealimente la lucha contra desinformación y dé a las redes sociales más confianza para derribar contenido dañino o dudoso, pero estos juicios es probable que se vuelvan más difíciles una vez que la crisis haya terminado y se retome el curso normal de la política.
Es probable que el mayor impacto del virus sea económico, los medios locales y nacionales ya están reduciendo personal o publicando con menos frecuencia.
La crisis del coronavirus está impulsando una recesión cíclica en la economía perjudicando a todos los editores, especialmente aquellos basados en publicidad, y es probable que acelere aún más la estructura existente a un entorno de medios más digitales, en términos del comportamiento de la audiencia, gasto publicitario e ingresos del lector.
La crisis en los medios locales se agudizará con las llamadas para el apoyo de empresas gubernamentales y tecnológicas, por los problemas que esto conlleva en términos de independencia de los medios.
La creatividad de los periodistas también se ha destacado en la búsqueda de flexibilidad de las maneras de producir las noticias en circunstancias extremadamente difíciles.
La verificación de hechos se ha vuelto aún más central en la redacción de operaciones, impulsando la alfabetización digital más ampliamente y ayudando a contrarrestar muchas de las teorías de conspiración que giran en las redes sociales.