Por Alberto Barrera
El intenso y multitudinario drama de migrantes que buscan mejorar sus vidas ingresando por la frontera sur a Estados Unidos tiene en vilo a millones de latinoamericanos, caribeños y africanos que ven con inquietud la odisea que enfrentan niños, mujeres y hombres.
Su destino fue tratado en una reunión de alto nivel entre México y Estados Unidos, después de la cual las autoridades mexicanas impulsaron acciones de control en carreteras por donde transitan miles de migrantes, como la masiva marcha que desde Chiapas pretende llegar a su destino.
Al mismo tiempo la televisión mostró imágenes de maquinaria pesada desmantelando champas y tiendas de campaña en un campamento de migrantes situado en Matamoros a orillas del río Bravo, reportó la agencia The Associated Press.
Al final de la reunión con Estados Unidos la canciller mexicana Alicia Bárcena anunció la formación de un equipo de trabajo en el que “vamos a tener reuniones periódicas, a trabajar en conjunto con Guatemala, con los países de Sudamérica y Centroamérica, eso fue lo que realmente se habló y de cómo vamos a apoyarnos mutuamente”.
Para el gobierno estadounidense es un problema que se les dificulta resolver y buscan acuerdos con sus vecinos del sur, por lo que también han promovido acercamientos con Guatemala, El Salvador y Honduras sobre los que han ablandado sus críticas por los reproches de organismos y otros países a las formas en que gobiernan pues son acusados de violaciones a los derechos humanos, corrupción y otros males. En cambio fomentan la cooperación.
La administración de Joe Biden envió a México una delegación de alto nivel que encabezó su Secretario de Estado Anthony Blinken para reunirse con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en el afán de acordar medidas que frenen la llegada de migrantes a la frontera entre ambos países norteamericanos.
A unas calles del Palacio Nacional en México, donde se realizó la reunión, se mantienen tiendas de campaña con migrantes que esperan la posibilidad de lograr su sueño. Aprovechan su estadía en la capital y se registran en la plataforma que Estados Unidos ha habilitado para solicitantes de asilo y con ello esperan cita en la Ciudad de México.
El diario Los Ángeles Times informó que “México ha registrado más de 680.000 migrantes irregulares en lo que va del año. Estos días un grupo de unos 6.000 avanza en caravana por el sur y acapara todas las miradas porque las autoridades no han hecho nada por pararlos, pero muchos miles más están llegando a diario a la frontera norte por todo tipo de vías, en tren, en autobuses, con traficantes.”
La caravana desde Chiapas es seguida por periodistas que registran videos casi a diario de la gesta de miles de personas, algunos dicen que son más de 12,000 y que es la más grande que intenta llegar a Estados Unidos.
La semana pasada el gobierno ordenó el cierre temporal de dos cruces ferroviarios entre México y Texas, porque tuvieron que reasignar agentes de la Patrulla Fronteriza para intentar detener el alto número de cruces migratorios, que según fuentes estadounidenses son hasta 10,000 cada día. La medida ha afectado a industrias mexicanas que trafican mercancías hacia el norte.
LA Times informó que “Isabel Turcios, una monja de la Casa del Migrante de Piedras Negras, ciudad fronteriza con Eagle Pass afirmó que llevan ´más de dos meses de estar recibiendo entre 800 y 1.000 migrantes´ al día que casi de forma inmediata ´se tiran al río´ para cruzar a Estados Unidos.”
El periódico digital www.animalpolitico.com informó que las estrategias de contención de la migración impulsadas “muestran un estimado de 300 niños, niñas y adolescentes migrantes detenidos cada día en el país”.
Datos de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación de México establecieron “hasta noviembre pasado un total 105 mil 100 menores de edad detenidos por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), así como por diferentes corporaciones policiacas y elementos castrenses”.
El medio sostuvo que los menores de edad “son más vulnerables a las violaciones graves de derechos humanos y a todo tipo de abusos a manos del crimen organizado y de las autoridades, por lo que requieren de una mayor protección”.
Destacó lo que llamó “evolución en la cantidad de flujo y de menores detenidos” a lo largo del año que concluye. Citó que en enero fueron detenidos 6 mil 955 menores, en agosto la cifra se disparó a 14 mil 065, pero la cifra récord del año se registró en octubre con 14 mil 362 o sea fueron hasta 478 por día, según el medio mexicano basado en cifras oficiales.
Estados Unidos reinició esta semana las deportaciones hacia los países de origen de migrantes, que según los reportes son más de 11.000 que esperan en albergues y campamentos en México, con esperanzas cada vez menos intensas.
CNN dijo que el gobierno federal ha deportado a más de 445.000 migrantes desde mayo pasado y ha cerrado los puertos de entrada en varios estados, desplazando recursos para procesar a los migrantes que esperan en Estados Unidos. Sin embargo, muchos migrantes en un refugio en Eagle Pass, Texas, le dijeron recientemente a ese medio que sentían que no tenían otra opción que abandonar sus países de origen.
