Italia endurece leyes para evitar entrada de inmigrantes

Foto: Guardia Costera de Italia.

Por Engelberto Maldonado Pérez
Cuando un inmigrante ingresaba a Italia y optaba por quedarse, para no permanecer en la ilegalidad, si tenía la argumentación válida, podía solicitar la protección internacional. Esta permitía tres formas de amparo: refugiado político, protección subsidiaria y protección humanitaria. La mayoría optaba por esta última, pero desde el 9 de octubre esa posibilidad quedó eliminada.
El gobierno, con su ministro del Interior, jefe del partido de extrema derecha (La Lega), considerado nacionalista y antiinmigrante, Matteo Salvini, logró que el parlamento aprobara el decreto, denominado: “Seguridad pública”. La nueva ley afecta gravemente a los migrantes, sin importar las causas o la nacionalidad.
Con la anterior normativa, quienes aplicaban a la protección internacional podían obtener permisos temporales de asilo. En la espera del resultado, tenían la oportunidad de encontrar un trabajo que les permitiera gestionar un permiso laboral.
Además, brindaba la posibiliad de obtener la residencia, salvo algunos municipios con ediles afines o pertenecientes a La Lega.
El permiso por protección humanitaria, tenía una duración de dos años, con la posibilidad de ser renovado. En el caso de que el asilado fuera insertado al país y al campo laboral, la conversión era automática.
Otro de los beneficios, era el acceso al alquiler o compra de vivienda y al sistema de seguridad social.
Eliminación de la protección humanitaria
Las novedades del “decreto seguridad” ponen fin a esas posibilidades. Elimina el permiso de permanencia en Italia por protección humanitaria, al que aplicaban, nacionalidades como la salvadoreña, cuyos ciudadanos escapan de la inseguridad de su país, como lo señala Pablo Oddi, representante de la comunidad en San Egidio.
La referida ley introduce otros permisos, como protección social, razones de salud, calamidad natural en el país de origen, violencia doméstica, explotación grave y por actos particulares de valor civil. Este último se refiere a todo extranjero que actúe como héroe, defendiendo una causa de ciudadanos italianos o protegiendo bienes del Estado que se encuentren en peligro. En este caso, el permiso dura dos años y permite estudiar, trabajar y tener acceso al alquiler o compra de una vivienda. Este permiso es renovable.
La nueva ley también extiende de 90 a 180 días la permanencia en los centros de reclusión, para reconocimiento e identificación de los inmigrantes. De estas estructuras, las personas salían para centros administrados por ONGs o alcaldías, si aplicaban a la protección internacional, de lo contrario eran expulsados de Italia.
El asilo era retirado por delitos como homicidio o tráfico de drogas. Desde octubre, ha sido ampliado a otros ilícitos, como amenazas o violencia a la autoridad pública, lesiones personales graves, prácticas de mutilación a genitales femeninos, robos agravados, robos a residencias o robo por arrebato.