Fotos: Diego Murcia
Por Diego Murcia

En la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso se levanta una de las maravillas modernas ocultas que, hoy por hoy, identifica a esta parte del mundo de forma inequívoca.

Se trata de una “Equis” gigantesca, erigida en Ciudad Juárez, en las cercanías de la orilla sur del Río Grande, a pocos metros del muro fronterizo con los Estados Unidos.

El autor del diseño es el escultor mexicano Enrique Carbajal González, también conocido como “Sebastián”, cuyas piezas son conocidas a nivel internacional y han sido adoptadas por diversas ciudades alrededor del mundo.

Según reveló Sebastian cuando se dio a conocer el concepto de esta colosal construcción, la escultura es un homenaje al ex presidente Benito Juárez, quien cambió la ortografía del nombre del país en el siglo XIX, de Méjico a México. Los dos brazos que se cruzan para formar la “X” simbolizan el mestizaje, o la fusión de dos culturas en México: los indígenas y los españoles, un fenómeno que sigue ocurriendo incluso en nuestros días en esta frontera.

Sebastián también dijo que la “X”, que se asemeja a una cruz, es un símbolo religioso azteca, el “Nahui-Ollin”, de los mexicanos ancestrales. Esto, dijo, simboliza los sacrificios de sangre ofrecidos a los dioses durante los tiempos aztecas. Pero, también, los fronterizos ven en esta representación a un homenaje en recuerdo de las víctimas que la violencia generada por el tráfico de drogas ha dejado en la ciudad chihuahuense.

Un precio muy alto para un proyecto a medias

Inicialmente, la escultura estaba programada para completarse en la primavera de 2012. Se comenzó a construir en 2004 y tras dos administraciones municipales se inauguró 9 años después. Finalmente, la efigie se finalizó el 24 de mayo de 2013, en el 50 aniversario de la entrega del parque Chamizal a México.

Por ejemplo, su construcción fue suspendida por tres años cuando el primer mandato de tres años del exalcalde Héctor Murguía terminó en 2007. Luego, su sucesor, el exalcalde José Reyes Ferriz, decidió cancelarlo porque no lo consideraba una prioridad. Esos movimientos municipales fueron el reflejo de pensamientos sobre el tema por parte de los fronterizos. Y es que, por esos años, los fronterizos criticaron el costo de la estructura.

El precio que el ayuntamiento pagó a Sebastián por la conceptualización de la estructura así como el montaje de esta pieza, encargada por la ciudad, costó alrededor de 2.8 millones. También se invirtieron alrededor de 3.2 millones de dólares para erigir la plaza de “La Mexicanidad”, una explanada que cuenta con un teatro al aire libre, jardines y una plaza comercial que se utiliza durante eventos anuales. También, hay un espacio frente a una concha acústica que puede albergar a miles de personas para disfrutar de música interpretada por artistas locales como internacionales.

Un faro en medio del desierto

Este monumento mide unos 62 metros de altura, es decir, tiene el tamaño de un edificio de 15 o 17 pisos, y un peso de 800 toneladas tres veces más alto que la Estatua de la Libertad. Eso significa que puede ser visto desde distintos puntos de ambas partes de la frontera y que se ha convertido en un punto de referencia para locales y visitantes.

La “X” está hueca por dentro, y dentro del proyecto original se tenía planeado abrir una galería de arte y un restaurante desde cuyos ventanales se podría apreciar diferentes estampas de ambas ciudades. Al interior del mismo habría un elevador con el que se accedería a dichas instalaciones. Sin embargo, esas intenciones han quedado como mitos urbanos y que incluyen el hecho de que la estructura de hierro se convierte en un horno de grandes dimensiones durante el verano, debido a las altas temperaturas que se generan en esta zona desértica.

Otro tema pendiente fue el del museo dedicado a la historia de la frontera o de Juárez y El Paso, que sería construido en la explanada debajo de la escultura. Sin embargo, “los planes cambiaron” y el museo ya no se construyó en el sitio.

Aun cuando el proyecto no se finalizó como estaba proyectado, este sitio es el punto de encuentro de ambas ciudades y un símbolo donde se reúnen las culturas de ambos países sin importar la ocasión o la excusa.