Redacción Voz de la Diáspora
Estados Unidos – La Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, aprobó la controversial reforma fiscal bautizada por Trump como BBB (Big Beautiful Bill). Con 218 votos a favor y 214 en contra, la iniciativa de 4,5 billones de dólares combina fuertes recortes de impuestos, especialmente a las rentas más altas, con importantes reducciones en programas sociales como Medicaid y los subsidios alimentarios.
La votación estuvo marcada por una maratónica jornada legislativa y fuerte presión por parte de los líderes del partido.
El presidente de la Cámara, Mike Johnson, y el propio Trump encabezaron una campaña intensa detrás de escena. Johnson ofrecía incentivos y apoyos locales a ciertos congresistas, mientras Trump intervenía por redes sociales y llamadas directas a indecisos. En sus tuits describió la votación como “RIDÍCULA” y exigió un respaldo rápido, subrayando la estrategia de control del legislativo.
En respuesta, el líder demócrata Hakeem Jeffries llevó a cabo un discurso prolongado de casi nueve horas, batiendo un récord en la Cámara, con el objetivo de resaltar el impacto negativo del proyecto, como el aumento del déficit (estimado en unos 3,3 billones de dólares en una década) y el posible abandono de 12 millones de personas del sistema de salud. La oposición demócrata fue unánime, mientras que el voto republicano fue extremadamente cerrado.
Trump celebró públicamente la aprobación como una “fenomenal victoria”, afirmando que era un “regalo de cumpleaños” para Estados Unidos justo antes del 4 de julio. Durante un acto en Iowa, atacó de forma vehemente a los demócratas y afirmó “odiar” al partido rival, señalando que usarían esta ley como arma política para las elecciones legislativas de mitad de mandato.
Asimismo, el vicepresidente J.D. Vance defendió la medida como una muestra del cumplimiento de las promesas electorales republicanas.