Redacción Voz de la Diáspora
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la adicción a los videojuegos como un desorden mental que se caracteriza por la dependencia e imposibilidad para cambiar de hábitos. Recomienda la intervención de equipos profesionales para tratar a las personas que no saben controlar el uso de las consolas.
La OMS presentó su clasificación internacional de enfermedades y sorprendió con la inclusión de la adicción a los videojuegos en la categoría de uso de sustancias y comportamientos peligrosos.
La clasificación publicada permite a los profesionales de salud notificar las causas de muerte y enfermedad física o mental entre sus pacientes. “El uso peligroso de videojuegos es uno de los factores que influye en el estado de salud”, explica en su informe la organización.
La adicción a este tipo de juegos es tan peligrosa como en los de azar, ya que fomenta la falta de ejercicio físico y hábitos de alimentación inapropiados que podrían causar severos daños en la salud de las personas.
La adicción a los videojuegos se caracteriza por un patrón de comportamiento recurrente. Las personas con esta afección priorizan su estado en línea a la convivencia social, los estudios y el desarrollo profesional.
Quienes poseen dicho trastorno presentan falta de control sobre el juego, un aumento en la prioridad por sobre el resto de sus actividades, además, pese a las consecuencias negativas, intensifican la frecuencia de sus conexiones en línea para avanzar en su desempeño virtual.