Por José Eduardo Cubías Colorado
La post-guerra aceleró la migración de los salvadoreños hacia los Estados Unidos.
Luego de la firma de los Acuerdos de Paz, en 1992, los programas de Reconstrucción Nacional (PRN) generaron ocupación a cientos de salvadoreños, con fondos provenientes de organismos de asistencia financiera, que contemplaban créditos no reembolsables a excombatientes del FMLN, pero no eran suficientes para enfrentar la crisis económica y en materia de seguridad que se avecinaba.
El desempleo y la inseguridad comenzó a manifestarse en la ciudad y el campo, con la delincuencia, la violencia y los asesinatos, surgieron las pandillas, las extorsiones con el pago de la renta y las muertes entre miembros de pandillas. Todos estos factores crearon un clima de inseguridad y temor en la población que se sintió amenazada e insegura y decidió emigrar.
Los eternos indocumentados, «los tres veces mojados»
El flujo migratorio hacia USA comenzó a manifestarse masivamente durante los periodos presidenciales de Armando Calderón Sol, Francisco Flores, y se incrementaron en la época de Antonio Saca y Mauricio Funes.
Tener un familiar en USA era ventajoso para migrar, sin papeles en regla, indocumentados, la vía más expedita era atravesando el desierto de Sonora, donde eran capturados y deportados. Sin embargo, muchos llegaban a su destino, con los servicios de los «coyotes». En esta travesía las mujeres eran violadas.
La «bestia», amiga o enemiga
Así llaman los migrantes que viajan indocumentados, a los trenes en ruta hacia la frontera con los Estados Unidos.
No son pocos los compatriotas que perdieron sus piernas al caer de los vagones del tren en que se transportaban por el norte de México, en ruta hacia la frontera con Estados Unidos. Subir a los vagones mientras el tren estaba en movimiento era un riesgo, no obstante, lo abordaban y no lo hacían como pasajeros, sino encima del techo.
Hay un corrido de «Los Tigres del Norte» que narra la travesía de los migrantes salvadoreños, que tienen que pasar furtivamente por las fronteras de Guatemala, México y los Estados Unidos, para llegar a suelo «americano». Habla de las penas y los malos tratos que tienen que pasar en las fronteras. El corrido se llama «Tres veces Mojado».
Estatus de Protección Temporal (TPS)
La mayoría de los salvadoreños migran a los Estados Unidos con la esperanza de encontrar un trabajo o rebuscarse en «oficios varios» para ganar unos dólares y enviar la remesas a sus familiares en El Salvador; por su parte, el Gobierno de este país gestiona siempre la prórroga de este permiso para que los salvadoreños sigan enviando sus remesas, consideradas como un fuerte aporte a la economía nacional. Estas remesas no sólo ayudan a las familias, sino al progreso de las respectivas comunidades. El Gobierno de Obama fue más condescendiente en la extensión temporal de este tratado y con la documentación de los migrantes para que no tuvieran problemas legales en los Estados Unidos.