
Redacción Voz de la Diáspora
El Congreso de México aprobó esta semana por unanimidad una reforma a la ley con la que se castigará con hasta nueve años de cárcel a quienes creen o difundan imágenes o vídeos íntimos de mujeres, o a quienes acosen, o ataquen a mujeres en las redes sociales.
Con esta aprobación, la Ciudad de México, se suma a la lista de los 14 estados de la nación mexicana que aprobaron recientemente reformas a la ley, para evitar más ataques a mujeres en las redes sociales o el ciber espacio.
La Ley Olimpia, como se le conoce a esta reforma, avanzó rápidamente y le dio esta semana, a los movimientos feministas que luchan en contra de «la porno venganza» y la violencia contra las mujeres, una victoria significante.
Esta reforma incluye, la utilización del término «violencia digital» en el código penal mexicano y prevé severos castigos para aquellas personas que ataquen a las mujeres en las redes o que divulguen material íntimo sin consentimiento; y que además, hayan tenido algún vínculo sentimental o laboral con la víctima.
El castigo penal, también incluye una pena de tres años de cárcel para aquellos que amenazan a mujeres con divulgar el material y además, crea un mecanismo para que el contenido divulgado en el internet se retiré en período menor a 24 horas.
Contrario a este avance, en El Salvador, las cosas son diferentes. En los últimos días, periodistas de esta agencia internacional de noticias, fueron atacadas en las redes sociales, luego que se publicara una investigación que revela acoso sexual en un canal de televisión del país.
Las periodistas, además fueron expuestas y difamadas desde cuentas anónimas, en las que se intentaba desacreditar su trabajo periodístico, las denuncias y la investigación, sin que hasta el momento las autoridades salvadoreñas se hayan pronunciado en contra de este ataque.
El Salvador no cuenta con leyes de protección a periodistas mujeres, ni tampoco cuenta con las herramientas legales, necesarias para perseguir y castigar el ciber acoso, los ataques en las redes sociales o la violencia contra la mujer en el ciber espacio.