ONU dispuesta a apoyar soluciones pacíficas en Haití

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Por Wendy Peña

La Misión de las Naciones Unidas en apoyo de la Justicia en Haití (Minusjusth) manifestó su preocupación por el impacto de la crisis política que vive la población haitiana.

El domingo, representantes de la ONU, afirmaron que están dispuestos a apoyar “soluciones pacíficas, diseñadas por los haitianos para resolver la crisis política y aliviar el sufrimiento de la población”.

Además, la delegación, que dejará el país el 15 de octubre, manifestó su preocupación por la crisis política que atraviesa esa nación y su atención a las demandas que expresan los ciudadanos.

Las soluciones pacíficas, según el comunicado, deben estar “de acuerdo con las normas democráticas y los principios de los derechos humanos”.

La crisis

Desde hace más de un mes, las protestas de miles de ciudadanos haitianos indignados, que denuncian la corrupción a gran escala, se han intensificado en una sola exigencia, el país pide la renuncia del presidente Jovenel Moïse.

Luego de que Moïse fuese nombrado en el informe del Tribunal de Cuentas sobre la dilapidación de los fondos del programa de ayuda venezolano Petrocaribe, organizaciones civiles y partidos de oposición hicieron el llamado para exigir la renuncia del presidente.

En enero de este año, en un informe preliminar divulgado por una Corte haitiana, se señalaba a dos exjefes de gobierno y otros funcionarios oficiales por malversación de más de cuatro mil millones de dólares, que debieron destinarse a la mejora de infraestructura nacional.

El viernes pasado, se desarrolló una de las más grandes y concurridas manifestaciones, a la que los haitianos llamaron: “Jornada de dignidad nacional”, y tuvo como objetivo entregar una carta dirigida al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, para pedir que este organismo internacional retirara todo apoyo al presidente haitiano.

La población haitiana también enfrenta otros problemas. El desabastecimiento de combustible es uno de ellos, y ha afectado el funcionamiento de hospitales, el suministro de agua y alimentos.

A mediados de agosto, a raíz de esta carencia, las protestas se volvieron más violentas, logrando la paralización del país desde el pasado 16 de septiembre. Desde entonces, la ciudad de Puerto Príncipe, está rodeada de barricadas y bloqueos en sus principales entradas y accesos hacia otras ciudades.

Según un informe de la Red Nacional de Defensa de Derechos Humanos (RNDDH), publicado el jueves pasado, al menos 17 personas fallecieron y 189 resultaron heridas en todo el territorio haitiano desde el pasado 16 de septiembre.

Comercio afectado por la crisis

Buena parte de la economía de Haití se basa en el intercambio comercial de productos agrícolas con su vecino, República Dominicana. Ambos países comercializan entre sí, embutidos, pollos, huevos, pastas y electrodomésticos, entre otros productos.

Sin embargo, desde que las protestas han incrementado y los principales accesos a algunas ciudades están bloqueados, los comerciantes de Cabo Haitiano no pueden continuar con su actividad económica comercial con normalidad; pues además, el paso por la frontera con Dajabón también está cerrado.

El presidente de la Asociación de Comerciantes de Dajabón, Freddy Morillo, expuso a los medios de comunicación local, que los disturbios en Haití provocaron pérdidas millonarias con una reducción del más del 50% de las ventas.

Por otro lado, según el alcalde de la capital dominicana, Miguel Cruz, aseguró que la falta de funcionamiento del mercado mantiene estancada la economía local.