Por Héctor Murcia
Ucrania – A medida que las tropas del ejército ruso están abandonando algunas áreas de territorio ucraniano, principalmente de la provincia de Kiev, están saliendo a la luz lo que las autoridades ucranianas han señalado ya como crímenes de guerra.
El principal de estos señalamientos se centra en Bucha, un conocido suburbio al noroeste de la capital de Ucrania, donde las autoridades de este país han reportado hasta hoy la recuperación de 410 cadáveres de civiles, presuntamente ultimados por soldados del ejército ruso.
Sin embargo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha negado categóricamente que soldados de su ejército hayan cometido estos asesinatos: «Rechazamos categóricamente todas las acusaciones», dijo en rueda de prensa, y ha asegurado que expertos del Ministerio de Defensa de Rusia han descubierto que el lugar donde se han encontrado los cadáveres ha sido manipulado por autoridades ucranianas, y que también han falsificado vídeos y han difundido «fake news».
Además, Peskov ha señalado que Moscú pide la discusión del tema al más alto nivel por lo que ha solicitado una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Ante la gravedad de la situación, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha manifestado su conmoción ante los sucesos y las imágenes que están saliendo a la luz y ha pedido una investigación independiente para dirimir responsabilidades.
«Estoy profundamente conmocionado por las imágenes de civiles muertos en Bucha, Ucrania. Es esencial que una investigación independiente encabece una rendición de cuentas eficaz», ha señalado en un corto comunicado de prensa.
Así mismo, Estados Unidos, la Unión Europea y Reino Unido están planteando nuevas sanciones a Rusia por lo sucedido en Bucha, en lo que el gobierno ucraniano ya califica como «genocidio», mientras que desde Moscú hablan de un montaje de Ucrania.