18 octubre, 2024

Piden al gobierno canadiense que reabra la Oficina de Inmigración de Canadá en La Habana

Foto: Roberto Martin.
Por Oscar Vigil

Toronto, Canadá. El gobierno liberal del Primer Ministro Justin Trudeau está bajo intensa presión para que reabra la Oficina de Inmigración de la Embajada de Canadá en La Habana, Cuba, la cual fue cerrada recientemente aduciendo motivos de seguridad para el personal diplomático.

El cierre de la Oficina de Inmigración de la Embajada de Canadá en la isla caribeña no ha sido bien visto por la ciudadanía canadiense debido, entre otros factores, a los fuertes lazos familiares, comerciales, turísticos y de solidaridad que desde hace varias décadas han existido entre ambos pueblos y gobiernos.

Así, en las últimas semanas se han producido manifestaciones en las ciudades más importantes de Canadá exigiendo la reapertura de la Oficina de Inmigración y el reinicio de los servicios de otorgamiento de visas a los ciudadanos cubanos en La Habana.

En las protestas, que se realizaron en las ciudades de Toronto, Ottawa y Montreal, entre otras, participaron tanto cubanos residentes en el país como también canadienses que están en contra de la decisión del gobierno canadiense de suspender la tramitación de visas en su sede en La Habana.

“Es una medida triste”, dijo Julio Fonseca, presidente de la Asociación de Cubanos Residentes en Toronto, el grupo que organizó la manifestación que tuvo lugar frente a las oficinas de la Ministra de Relaciones Exteriores Chrystia Freeland.

El Departamento de Inmigración de la embajada de Canadá en La Habana cerró sus puertas el pasado 8 de mayo, por lo cual, los cubanos que desean viajar a Canadá ahora tienen que hacer sus trámites en un tercer país, algo que implica un considerable gasto extra.

Según el gobierno canadiense, el cierre de la oficina migratoria se debe a la reducción de personal que experimenta la sede diplomática a raíz de una misteriosa enfermedad que ha afectado a más de una docena de diplomáticos y sus familias.

La reducción afecta las solicitudes de visas de visitantes y permisos de estudio y de trabajo, no se realizan entrevistas de residencia permanente ni huellas dactilares y exámenes médicos, los cuales ahora deben realizarse fuera de Cuba.

Simultáneamente con las actividades de protestas, en las redes sociales circula un video en el cual nueve canadienses y cubanos, esposos, hijos, maestros y estudiantes, le explican al gobierno canadiense la devastación que causa en sus vidas los recortes de personal en La Habana y sus dificultades en la obtención de visas.

En declaraciones a Radio Canadá Internacional, la autora del video, Jacqueline Stein, dice que pasó nueve días haciendo el video con su esposo cubano solo para decirle al gobierno canadiense que “está separando parejas. Está separando familias”.

Todas las personas que aparecen en el corto solicitan ayuda al gobierno del Primer Ministro Trudeau y le piden que busque soluciones alternativas a la negativa general a procesar las solicitudes en Cuba.

Mientras tanto, el Canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, llegó la semana pasada al país para reunirse con su homóloga Chrystia Freeland, como parte de la continuidad al intercambio que sostuvieron el mes pasado en un encuentro similar realizado en La Habana.

Según información publicada por la Embajada de Cuba en Canadá, durante la visita el titular cubano reiteró a la ministra Freeland la preocupación de las autoridades cubanas por la suspensión de los servicios de otorgamiento de visas a sus ciudadanos en el Consulado en La Habana, explicando que dicha decisión ya está afectando los intercambios en diversos sectores de la relación bilateral.