Redacción Voz de la Diáspora
El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela estimó que unos 30 mil migrantes haitianos y extra continentales que ingresan de manera irregular desde Colombia, pasarán por el istmo centroamericano rumbo a Norteamérica en 2019, con lo cual se agravará la crisis migratoria regional.
Varela habló durante la reunión de Jefes de Estado y de Gobierno del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) celebrada en Guatemala, donde pidió a sus homólogos buscar alternativas conjuntas para enfrentar la problemática, y pidió al mismo tiempo respaldo a la llamada operación “flujo controlado de migrantes” que aplican su país y Costa Rica por razones humanitarias y de seguridad.
“Les hablo en el punto más alto de la crisis migratoria en mi país en los últimos cinco años, tenemos más de 4 mil migrantes que vienen de Haití, de otros países, y extracontinentales (en albergues), de los cuales Costa Rica me recibe 100 todos los días para permitir un flujo controlado”, afirmó Varela.
Panamá y Costa Rica decidieron unirse para manejar el tránsito de los migrantes que arriban de manera irregular a través de la selvas de Darién, incluidos niños y mujeres embarazadas que llegan enfermos, y quienes en más de una ocasión han denunciado que los albergues están saturados dado el creciente flujo de inmigrantes provenientes de Suramérica.
En territorio panameño son censados, y se les aplica el sistema biométrico de información para verificar que no constituyan riesgo para la seguridad, previo a ser llevados a albergues donde esperan antes de ser trasladados hacia la frontera costarricense.
El problema es que una vez arriban a Nicaragua van de nuevo “por la libre”, refirió el gobernante panameño, que está a semanas de terminar su mandato de cinco años.
Varela aseguró que para evitar que mueran en su recorrido por Centroamérica, la mejor decisión sería que los gobiernos del área acogieran el programa flujo controlado para cerrar las puertas a los traficantes de personas. “Esto es humano, no es política”, aseguró.
De enero a abril de 2019, unos 7,724 extranjeros ingresaron a Panamá de manera irregular por Darién, fronteriza con Colombia, mientras que en 2018 la cifra total para todo el año fue de 9,222, según el Servicio Nacional de Migración.
En tanto los países del llamado triángulo norte de Centroamérica también enfrentan una desafiante crisis migratoria interna, ya que a diario miles de ciudadanos salen hacia Norteamérica para huir de la pobreza, la violencia y la falta de empleo desafiando los peligros de la ruta que enfrentan las caravanas de indocumentados que intentan ingresar a Estados Unidos.
Varela destacó que ante esas realidades que afectan la región, los mayores desafíos se concentran en la necesidad de fomentar la integración social y económica, y el diálogo político que permita enfrentar además, la crisis en Nicaragua.
“Hago un llamado para que a través de SICA se respalde a Nicaragua, para que el diálogo que se desarrolla en estos momentos sea positivo y no se pierda una vida más”, acotó el mandatario.