Por Héctor Murcia Hernández
Siria – Tras trece años de una cruenta guerra civil, este domingo el presidente sirio, Bashar al-Assad, huyó de Damasco con rumbo desconocido, cuando las fuerzas insurgentes lideradas por Abu Mohammed al Jawlani, comandante del grupo rebelde Hayat Tahrir al Sham (HTS), irrumpieron victoriosos en la capital siria, poniendo fin a 53 años de gobierno de la familia Asad.
La ofensiva repentina se extendió por todo el occidente de Siria y culminó diez días después con la toma de la capital, Damasco, por diversos grupos insurgentes encabezados por Hayat Tahrir al Sham (HTS, Organización para la Liberación del Levante), dirigido por Abu Mohammed al Jawlani.
Abu Mohammed al Jawlani podría ser un pseudónimo, ya que su nombre real sigue siendo objeto de debate aunque algunas fuentes creen que sería Ahmed al Sharaa. Su lugar de nacimiento tampoco se conoce con exactitud.
Al Jawlani ha sido militante de diversos grupos radicales como Al Qaeda y tuvo vínculos con el Estado Islámico, antes de liderar HTS. Aunque en los últimos años ha tratado de proyectar una imagen menos radical para el mundo, sobre al Jawlani hay una orden de captura por parte de Estados Unidos por el que ofrece hasta $10 millones de dólares.
Su edad también es objeto de debate, según fuentes de inteligencia podría tener entre 43 y 49 años, lo que sí se sabe es que se unió a Al Qaeda tras la invasión de Estados Unidos a Irak en 2003.
Ya en 2010 fue arrestado y recluido en el Campamento Bucca, donde se especula que conoció a los radicales que serían la base fundacional del Estado Islámico, incluyendo al líder Abu Bakr al Baghdadi. Posteriormente Al Jawlani se convirtió en el comandante del grupo armado Frente Nusra (Jabhat al Nusra) secretamente afiliado al Estado Islámico.
Finalmente, después de romper alianzas con Estado Islámico y Al Qaeda, en 2017 Al Jawlani declaró que se uniría a otros grupos rebeldes en Siria para conformar Hayat Tahrir al Sham, llegando a liderar el grupo al completo.
En el año 2021 Al Jawlani manifestó desligarse de la estrategia de Al Qaeda de perseguir una yihad global y que su principal objetivo era derrocar al presidente Al Assad, siendo un objetivo común con Estados Unidos, «Esta región no representa una amenaza de seguridad para Europa y Estados Unidos», dijo. «Esta región no es un escenario para la ejecución de una yihad extranjera».
Sin embargo, HTS impone la ley islámica en las áreas que controla, aunque lo hace de manera menos estricta que otros grupos yihadistas, incluso se relaciona con personas cristianas o no musulmanes, por lo que no son pocas las críticas por parte de otras organizaciones islámicas que lo consideran demasiado moderado.
Aunque intenta transmitir esta imagen de moderación, diversas organizaciones le han acusado de abusos contra los derechos humanos y de reprimir violentamente protestas públicas, aunque él niega este tipo de acusaciones.
La organización que dirige Al Jawlani está clasificada como una organización terrorista por varios gobiernos en Occidente y Medio Oriente, y por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.