Redacción Voz de la Diáspora
Chile – El 61.9 por ciento de los chilenosrechazaron implementar una nueva Constitución en el país, según el informe del autónomo Servicio Electoral de Chile (SERVEL), al llegar a un 98.4 por ciento de mesas escrutadas, por lo que el país quedará regido por la Carta Magna impuesta por unadictadura militar(1973-1990).
“Reconocemos este resultado y escuchamos con humildad lo que el pueblo de Chile ha manifestado”, dijo Vlado Mirosevic, vocero del “Apruebo”, al reconocer la derrota del oficialismo que superó todos los pronósticos de las encuestas, que indicaban que el rechazo al texto, impulsado por la oposición derechista y un sector del oficialismo, ganaría por cerca del 10% de los sufragios.
Francisco Chahuán, líder de la centroderechista Renovación Nacional, señaló que “el compromiso de Chile Vamos (la coalición opositora) es una nueva y buena constitución”.
La oposición prometió que si ganaba el plebiscito impulsaría un nuevo proceso constitucional para reformar la carta magna. Algunos en el sector incluso hablaron de convocar a una convención para que redacte un nuevo texto. Sin embargo, la oposición no ha precisado si impulsará los cambios en el Congreso o en elecciones.
El plebiscito es el cierre de un proceso de tres años iniciado en 2019 cuando en Chile -considerado hasta entonces un ejemplo de estabilidad en la región- estallaron protestas callejeras estudiantiles en demanda de más igualdad y derechos sociales. Un año después el 78% del electorado decidió que quería una nueva constitución que reemplazara a la impuesta por la dictadura militar de 1973 a 1990.
La nueva carta magna ponía el énfasis enasuntos socialese igualdad de género, consagraba derechos a los 11 pueblos originarios chilenos, priorizaba la protección del medio ambiente e introducía los derechos a la vivienda, salud y educación gratis.
El triunfo del “Rechazo” posibilita que siga vigente la constitución de los militares que la actual oposición se negó a modificar durante 30 años. Sin embargo, el sector se abrió a las transformaciones luego de que en 2020 la mayoría de los chilenos votaron a favor de una nueva ley fundamental.