Por Eduardo Cubías
El Salvador – Los amigos de la » diáspora «, los que viven en Europa, nos cuentan que en estos países la fruta con sabor salvadoreño es escasa y carísima porque la tienen que importar, excepto sus frutas tradicionales como las uvas y las manzanas, las peras, los higos, entre otros.
En los países asiáticos las frutas tropicales no tienen la dulzura como las nuestras ni mucho menos el sabor, me refiero a la piña, la sandía, el melón el banano el coco y otras.

Las frutas tropicales, como las nuestras son productos nostálgicos para los hermanos de la » diáspora » Estando lejos del país, las desean y las extrañan.
Por ello, cuando retornan a su tierra, vía aérea, lo primero que disfrutan es beber el agua de coco, fresca y dulce y comerse el » moquito «, y hay venta de cocos en carretera cercana al aeropuerto.
Los salvadoreños debemos sentirnos bendecido por este regalo de la naturaleza, las hay, durante las cosechas, y la hay en abundancia.








