Por Deysi Domínguez
Stephanie Michelle Soto Mangandi, hija de salvadoreños, y quien apenas cumplió 18 años el pasado 2 de junio, ha logrado obtener dos títulos y graduarse con honores en Maryland, Estados Unidos.
El 26 de agosto de este año, la joven iniciará la carrera en “Tecnología y Ciencias”, en la Universidad Harrisburg en Pennsylvania, tras obtener una beca que cubrirá el 80 por ciento de los gastos.
Su familia cruzó la frontera de Estados Unidos en el 2006, cuando Stephanie apenas tenía, 5 años. Su destino fue Maryland, donde se quedaron e iniciaron una nueva vida.
“Mi madre es quien siempre ha estado conmigo, me trae y me lleva a todas partes. Ella siempre nos ha cuidado en casa a mi hermano y a mí, mientras que mi papá trabaja”, dijo Stephani.
La joven salvadoreña fue parte de los 105 estudiantes que se graduaron este año en el estado de Maryland, y obtuvieron dos diplomas: uno en la High School y otro en el College simultáneamente.
Stephanie contó que en este país, hay muchas oportunidades para los jóvenes, «solo que deben ser aprovechadas al máximo, porque aquí nada es gratis, todo te lo tienes que ganar a puro sacrificio”.
Debido al estatus migratorio de su familia, cuenta que en varias ocasiones ha sentido frustación, pero que esto no fue motivo para no avanzar en sus estudios.
Ella está amparada al programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia).
“Los tropiezos que hemos tenido han sido muy duros, pero nunca nos dimos por vencidos. Ahora estoy muy contenta por haber dado el máximo de mí y lograr mis objetivos”, dijo la joven.
Recientemente, publicó un video con el mensaje: “Normalmente no publico gran parte de mi vida familiar o personal en internet, ¿por qué? Porque tengo miedo. Estoy asustada, porque hay mucho odio hacia los indocumentados. Asustada porque me traten mal, debido a mi estatus migratorio”, agregó.
Además, dijo sentirse asustada de cómo clasifican y discriminan a quienes vienen a este país con la única esperanza de cambiar su condición de vida.
No obstante, reconoce que a pesar de esas dificultades que enfrentó toda su familia, ella se esforzó por alcanzar sus metas. Considera que ese es el premio que merecen sus padres.
Su enfoque
Según Stephanie, una de las claves de su éxito fue haberse mantenido siempre ocupada en actividades estudiantiles y seleccionar a su grupo de amigos en la escuela.
Asimismo, agradece a sus padres por todo el sacrificio, tiempo y amor que le han dedicado, ya que considera que esto es muy importante para que una persona triunfe en la vida.
“Me esforcé por hacer lo mejor en mi educación. Esto es lo menos que podía darles a mis padres, que sufrieron tanto al venir aquí, para buscar mejores oportunidades”, señaló Stephanie.
“Orgullosa de mi hija”
Norma Estela Mangandi de Soto es su madre, quien cuenta que ha valido la pena el tiempo y todos los sacrificios que han pasado a lo largo del proceso de educación de su hija.
“Lleva mucho esfuerzo, pero se logra. Debido al estatus migratorio se cierran puertas, pero si uno las busca, las encuentra”, puntualizó la orgullosa madre.
Dentro de los sacrificios que hizo como madre, fue dejar de trabajar y dedicarse al cien por ciento al cuidado de sus hijos.
Recuerda que cuando su hija cursaba el séptimo grado, participó en una competencia que realiza la NASA a nivel de educación media en Maryland. En aquella ocasión, Stephanie obtuvo el primer lugar.
El premio fue un viaje a Alabama, pero debido a su estatus migratorio, Stephanie no podía acompañar al grupo de estudiantes.
No obstante, su madre no se quedó con los brazos cruzados y comunicó a los representantes de la NASA la situación. “Como era menor de edad, ellos le permitieron viajar con su identificación de estudiante. Fue muy hermoso verla viajar con ellos”, recordó la madre.