Por Carmen Rodríguez, Washington DC
La semana pasada, la Asamblea Legislativa, de El Salvador, aprobó reformas a la ley que permiten que los salvadoreños en el exterior participen en la elección de diputados y alcaldes desde los países en los que residen.
La aprobación, representó una victoria para la organización Hermano Cercano, que trabaja en Estados Unidos a favor del voto en el exterior y que ahora lidera el trabajo para también se apruebe el voto electrónico para la diáspora salvadoreña.
Además, los aliados del presidente Bukele, celebran estas reformas porque esto podría ayudarles a llevar diputados y llenar alcaldías con los candidatos del partido recién formado, Nuevas Ideas.
Sin embargo, la gran mayoría de salvadoreños que viven afuera de su país y que pueden participar en las elecciones desde 2014, no saben que pueden votar y tampoco tienen información sobre el proceso que deben seguir para registrarse previo a las elecciones, que les permite votar desde el exterior.
En una investigación realizada por Voz de la Diáspora en el área metropolitana del DMV, Washington Maryland y Virginia alrededor de 50 salvadoreños entrevistados dijeron desconocer sobre el proceso electoral. Solo un salvadoreño dijo que sabía, pero agregó que este proceso no es nada accesible para todos.
Debido a que tienen poca información a su alcance sobre el voto en el exterior, los salvadoreños prestan poco interés a los procesos electorales de su país y consideran que poco les beneficia que puedan elegir diputados o alcaldes, porque los políticos no trabajan por la diáspora salvadoreña.
«¿Cómo que se puede votar desde aquí (Estados Unidos) y desde cuándo está eso?», respondió Mario Campos, al preguntarle sobre el voto el exterior para los salvadoreños. Campos reside en el área del DMV desde hace 14 años.
Desde el 2014 se abrió la posibilidad para que más de dos millones y medio de salvadoreños que residen en exterior puedan participar en las elecciones presidenciales. Sin embargo, en la última elección del 2019, solo 3,808, de 5,948 salvadoreños empadronados en el sistema, emitieron su voto.
«La verdad, he escuchado, pero nunca me he interesado en votar porque no sé ni cómo o qué tengo que hacer. No sé si son los consulados, no se si es la embajada… no estoy informado, pues…», dijo Miguel Esquivel.
«He escuchado eso del voto en el exterior, pero no entiendo. No sé qué hay que hacer, no sé cómo se hace o si los votos llegan al país de verdad. Entonces, como no se mucho de eso y trabajo mucho, no me he interesado en saber más», agregó Alfredo Navas.
Pocos con información
Por otro lado, los salvadoreños que saben sobre el proceso, dicen que todo es muy complicado; pues, ni la Cancillería, ni el Tribunal Supremo Electoral (TSE), ni el Gobierno salvadoreño, ni las organizaciones que desde Estados Unidos abogan por el voto en el exterior, les ofrecen la información necesaria.
«No tenemos a nuestro alcance la información correcta que nos diga las fechas en las que tenemos que inscribirnos o cómo hay que hacer para inscribirnos al proceso. Y después, para recibir la papeleta y la documentación, hay otras complicaciones», dijo Alejandro Navarro.
Para poder ejercer el voto desde el exterior, los salvadoreños deben tener un documento de identidad, DUI, con la dirección en la que residen, en el país en el que están. Renovar este documento, actualizarlo o hacer el proceso para obtenerlo cuesta tiempo y $60.
«Desde que vine al país, hace más de diez años, no renové el DUI. Hace poco quise preguntar, pero solo pensar que tengo que ir lejos, manejar como una hora para pasar todo el día ahí y con eso que no me lo dan el mismo día, no he hecho por ir. No puedo perder un día completo de trabajo y de todas manera, no lo quiero para votar porque ni sé cómo se hace para votar», dijo Marvin Aguilar.
El DUI es emitido en El Salvador y enviado al consulado donde se ha solicitado en período de varias semanas. El cónsul de Woodbridge, Virginia, Guillermo Olivo, reconoce que un día en el consultado para realizar cualquier trámite, es un día de trabajo que sus compatriotas pierden.
«Un día aquí, es un día de trabajo que nuestros hermanos pierden. Muchos viajan desde lejos para venir a los consulados y un día aquí (en el consulado) representa un día que dejan de percibir sus ingresos. Ellos invierten tiempo y dinero cuando solicitan un servicio en los consulados», dijo Olivo.
Algunos líderes comunitarios que trabajan en algunos temas de interés de la comunidad salvadoreña, como el Estatus de Protección Temporal (TPS), consideran que la falta de interés de la comunidad radica en el poco o nulo trabajo que hacen los políticos salvadoreños para apoyarles en temas de su interés, como lo relacionado al tema migratorio.
«Recientemente hemos estado en el trabajo a favor del TPS, buscando alternativas y apoyo. Desde que iniciamos la lucha a favor del TPS no hemos tenido apoyo de los políticos del país, la mayor parte del trabajo, lo hemos realizado los salvadoreños que vivimos aquí junto a organizaciones como la Alianza TPS», dijo Cecilia Martínez, salvadoreña residente de New York.
Votar en el exterior
Una vez se acercan las elecciones el Tribunal Supremo Electoral (TSE) abre el proceso y habilita una página en línea para que los salvadoreños en el exterior se inscriban en el padrón.
Para inscribirse en línea, hay que ser parte del registro electoral del país. Además, los interesados deben tener DUI vigente, con dirección de residencia en el exterior y no deben haber renunciado a la nacionalidad salvadoreña, esto se debe comprobar con una declaración jurada que se adjunta a la documentación requerida por el TSE.
El DUI con la dirección en el exterior no es válido en El Salvador y al solicitar un documento con la dirección de Estados Unidos, el documento que tiene la dirección nacional, es decir en algún lugar del país de origen, este pierde vigencia.
Una vez se llena el formulario en línea, este debe imprimirse, escanearse y subirlo al sitio web donde se hizo la inscripción. Una vez terminado esto, los salvadoreños inscritos reciben la confirmación o un mensaje con las observaciones del TSE, en un plazo de cinco días.
«Yo intenté varias veces inscribirme, pero el sitio siempre decía que estaba saturado o que intentara más tarde. Llamaba a un teléfono del consulado para pedir asistencia o hacer algunas preguntas y nunca me respondieron. Después le pedí ayuda a una sobrina y cuando logramos entrar al sitio, ya había pasado el tiempo y me quedé sin votar», dice María Cerros.
Confirmado que todo este correcto, el votante recibe un sobre tipo manila con la papeleta y otros documentos que deben ser retornados. Sin embargo, antes de que puedan llegar a las manos de los interesados el proceso se interrumpe.
«Los sobres son grandes y aquí, los buzones de los edificios donde uno recibe los correos son pequeños. Como los sobres no se pueden doblar y como la gente pasa la mayor parte del día en sus trabajos, el cartero no deja el sobre si no hay nadie en casa. Entonces, el correo deja una nota para la persona vaya a buscar ese sobre a la oficina de correo», explica Luis Reyes.
Debido a los apretados horarios de trabajo y las distancias, los que logran inscribirse y a quienes se les emite la documentación, pero no la reciben en el lugar donde residen, no emiten su voto porque no tienen tiempo para recogerla en las oficinas de correo.
De acuerdo a datos publicados recientemente por El Diario de Hoy de El Salvador, de los 3,808 votos emitidos en el exterior, solo el 64.2% de esos votos fueron válidos.