Redacción Voz de la Diáspora
Panamá – Unos 134 mil migrantes en tránsito hacia Estados Unidos arribaron a Panamá a través de las peligrosas selvas de Darién y rutas marítimas en la frontera con Colombia superando en nueve meses la cifra histórica de 2021, informó el sábado el Ministerio de Seguridad Pública.
El creciente flujo de migrantes en su mayoría venezolanos, africanos y haitianos llevó a las autoridades a reforzar la seguridad y la atención humanitaria en distintas comunidades fronterizas como Canaan Membrillo y Bajo Chiquito donde arriban los extranjeros, dijo el ministro Juan Pino, en un comunicado.
Después de llegar al país los extranjeros son trasladados a dos estaciones de recepción migratoria donde son atendidos e identificados como parte de una acción humanitaria que solo ofrece Panamá, antes de ser llevados en «tránsito seguro» a la provincia de Chiriquí fronteriza con Costa Rica para que puedan continuar hacia Norteamérica, aseguró el funcionario.
Hasta el 23 de septiembre las autoridades reportaron que en el grupo había casi 600 menores, entre niños y niñas.
Según el Ministerio de Seguridad a Panamá arriban familias completas hasta con bebés en brazos quienes llegan deshidratados “con llagas en los pies y lesiones en diversas partes del cuerpo” tras pasar por la jungla donde se exponen a ríos crecidos, animales salvajes, y delincuentes.
El flujo de migrantes que ingresa al país a través de la peligrosa selva darienita y rutas marítimas ha ido en aumento, en 2021 alcanzó los 133 mil, una cifra histórica que coincidió con la reapertura de las fronteras tras lo peor de la pandemia del coronavirus.
Las autoridades panameñas habían alertado sobre un aumento de los migrantes en tránsito, y un cambio en las rutas utilizadas para llegar al país encabezados por primera vez por los venezolanos, que desplazaron a los haitianos.
En las últimas semanas también aumentaron las quejas de los migrantes por ataques de delincuentes, el último hecho ocurrido en una zona la frontera dejó la muerte de niño de 6 años y dos personas heridas durante un asalto.
El ministro Pino y el director del Servicio Nacional de Frontera, Oriel Ortega viajaron el fin de semana hasta Darién para investigar los ataques, y verificar la situación de los miles de personas que ingresan a diario al país de manera irregular.
“Hemos sobrevolado el área donde han ocurrido los incidentes, estamos trabajando con base a las descripciones que nos han dado los afectados, quienes escucharon a personas con acento colombiano, venezolano y panameño con rasgos indígenas”, agregó Pino.