
Por María Teresa Moráles
Bajo rigurosas y estrictas medidas de higiene y salubridad, desde este fin de semana fueron reabiertos salones de belleza, spa y salas de recepciones en Texas.
Poco a poco el Estado da luz verde para que los negocios no esenciales retomen sus actividades, para reactivar así la economía de los texanos. El 18 de mayo, serán abiertos los gimnasios.
Una de las medidas que deberán tener todos estos negocios es el uso obligatorio de guantes, que cubran a totalidad los dedos.
Aunque las iglesias ya están abiertas, las restricciones se mantienen. El lavado de manos con alcohol gel, el tapabocas, así como el distanciamiento de seis pies sigue siendo prioridad.
Además, personas de 65 años o mayores, las autoridades recomiendan que preferiblemente eviten salir y se queden en casa.
El anuncio de Gregg Abbott, Gobernador del Estado, vino a dar un respiro, sobre todo a dueños de pequeños negocios que desde mediados de marzo se vieron obligados a cerrar operaciones debido a las restricciones de cuarentena por el contagio del COVID-19.
Este fin se semana en el que se retoman las actividades y se reabren los negocios, coincide con la celebración del Día de la Madre. Muchos negocios esperan recibir no más del 25% de la capacidad permitida.
Unos 33 protocolos mínimos de salud recomendados para Texas han sido establecidos por el gobernador, a lo largo del proceso de reapertura de las actividades económicas de la región.
Entre las restricciones más comunes se encuentran el distanciamiento de seis pies, el cumplimiento de la etiqueta al toser y uso de mascarillas.
Para los salones de belleza y de uñas, una de las reglas es no permitir niños ni otros acompañantes. En su mayoría, las peluquerías deberán atender clientes con cita previa.
En el caso de las salas de recepciones, las mesas no podrán ser ocupadas por más de seis comensales. Asimismo, toda la utilería deberá ser desechable y el servicio de bufete deberá esperar.
En algunos negocios de comida y de cuidado de niños, se reservan el derecho de admisión en caso de que la persona resulte con más de 98.5 grados de temperatura.