Por Yaneth Estrada
El secretario general del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), Vinicio Cerezo, dijo hoy en San Salvador que las políticas regionales de seguridad y migración deben considerar un punto principal, el «trato humano» a los migrantes.
Cerezo recalcó que para solucionar el problema de la migración irregular en la región centroamericana, especialmente en el Triángulo del Norte, de donde emigran miles de personas, no solo se debe poner el énfasis en la seguridad, «sino que en el tema del desarrollo porque la solución está en resolver la problemática económica y social de nuestra gente, y no en usar la fuerza. Al contrario, hay que abrir toda una región de oportunidades; es decir, no crear muros, sino puentes de oportunidades.»
El funcionario destacó que las políticas regionales deberían establecer condiciones que permitan ofrecer trabajo temporal, y tomó como ejemplos las oportunidades laborales que ofrece Canadá y México.
Además, el secretario general señaló que se debe impulsar un modelo de desarrollo que favorezca a todos las personas que están siendo afectadas por el cambio climático y la situación económica de sus países. De tal manera que propuso brindarles asesoría técnica y financiera para darles la oportunidad de recuperar sus ingresos desde sus trabajos agrícolas.
De acuerdo a datos del SICA, entre 40 y 50 mil personas se mueven de forma irregular anualmente en la región, aunque estas cifras han aumentado de forma radical a pesar de haber tenido una baja con el surgimiento de fenómenos migratorios, como las caravanas de migrantes de los últimos dos años.
Se necesitan acuerdos bilaterales
Cerezo habló también de los acuerdos recién firmados por Estados Unidos y los países del Triángulo del Norte y dijo que estos deben ser regionales y no individuales para que «todos juntos podamos hacer más fuerza para hacer que se respeten nuestras exigencias y el derechos de nuestros migrantes.»
En cuanto a la creación de patrullas fronterizas y el uso de esta unidad en países como México, Cerezo manifestó que «los esfuerzos de seguridad deben estar dirigidos, no solo a limitar la migración, sino también a proteger a los migrantes de la trata de personas, de la explotación y de los riesgos y peligros que supone la migración irregular.»
El funcionario aseguró que el SICA trabaja con organizaciones internacionales como la Agencia de la Organización de la Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en los países de tránsito (México), y destino (Estados Unidos y Canadá) para la generación de acuerdos que permitan una política integral en la resolución de la migración irregular.
Sin embargo, aclaró que ACNUR debe asegurarse que los migrantes centroamericanos que se ven obligados a viajar hacia México, Estados Unidos o Canadá sean recibidos y tratados humanamente y con respeto a sus derechos fundamentales.
De acuerdo con reportes de los medios de comunicación de México, el domingo por la madrugada la Guardia Nacional de ese país detuvo una caravana cerca de la frontera con Estados Unidos. Se conducían cerca de mil personas entre centroamericanos, haitianos y cubanos.
Este fin de semana se cumple año desde que la primera caravana de migrantes partió desde Honduras hacia Estados Unidos. Este movimiento de personas hizo que la administración de Donald Trump endureciera sus políticas anti inmigrantes.
El presidente de Estados Unidos ordenó reforzar la seguridad con seis mil elementos militares, amenazó con aumentar aranceles a México, cerrar las fronteras del sur del país y forzó también a firmar el acuerdo del «Tercer País Seguro» con México, Guatemala y Honduras. Más tarde, El Salvador se unió a los acuerdos con Estados Unidos y firmó el acuerdo migratorio.