Redacción Voz de la Diáspora
Donald Trump, ofreció ayuda militar a México para iniciar una «guerra» contra los cárteles del narcotráfico, luego que un grupo armado de narcos asesinara a una familia mormona, méxico-americana en Chihuahua, al norte de la capital mexicana.
«Es tiempo para México, con la ayuda de Estados Unidos, de hacer la guerra contra los cárteles de droga y limpiarlos de la faz de la tierra. Solo estamos esperando la llamada de su gran nuevo presidente», escribió Trump en su cuenta de twitter.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, agradeció el pronunciamiento que hizo Trump y según dijo el canciller mexicano, Marcelo Ebrad, en una llamada telefónica que mantuvieron ambos presidentes, López Obrador se comprometió a hacer justicia por el asesinato de nueve miembros de la familia LeBaron.
Esta no es la primera vez que la familia, conocida en el norte de México por ser un grupo activista contra el narcotráfico del país, sufre un atentado. En 2009, varios integrantes del clan fueron secuestrados y asesinados, también por narcotraficantes.
Diez años después, la triste historia se repite. Los narcos emboscaron varios vehículos en los que se conducían mujeres y niños, y los atacaron a tiros. Las autoridades mexicanas dijeron que cinco niños de la familia sobrevivieron al ataque armado.
Poco tiempo después del crimen, el ministro de Seguridad mexicano, Alfonso Durazo, dijo que los narcos pudieron haber confundido el convoy en que viajaba la familia y confirmaron la muerte de tres mujeres y seis niños.
Los niños que sobrevivieron al ataque fueron llevados a un hospital en Arizona, en Estados Unidos.
Mientras tanto, Alex LeBaron, un miembro de la familia le respondió a Trump: «¿Quiere ayudar? Céntrese en reducir el consumo de drogas en Estados Unidos. ¿Desea ayudar un poco más? Evite que la ATF y la ley de armas inyecten sistemáticamente armas de alta potencia en México».
Esta es la segunda vez que Trump y López Obrador se comunican en menos de un mes por la violencia causada por los narcos en México.
El 17 de octubre pasado, poco tiempo después que el Ejército mexicano liberara a Ovidio Guzmán, hijo del Chapo Guzmán, que tiene orden de extradición hacia Estados Unidos, ambos presidentes acordaron coordinar equipos para controlar el tráfico de armas desde Estados Unidos hacia México.
Recientemente, el Gobierno mexicano dijo que el 70% de las armas que están en manos de grupos de narcotraficantes entraron por la frontera norte del país, la misma frontera donde Trump quiere construir un muro para frenar la migración de centroamericanos.