Por Luis Alberto López
Naciones Unidas – La libertad, la soberanía y el respeto a la determinación de cada nación, fue el eje principal en el discurso que el presidente de El Salvador Nayib Bukele, expresó en la 77° período de sesiones de Asamblea General de Naciones Unidas de manera presencial en la sede del organismo internacional con sede en Nueva York.
«Eso es precisamente lo que vengo a hablar en este pódium, en la Asamblea General de las Naciones Unidas: de la libertad. La que añora mi pueblo, y la que añoran todos los pueblos del mundo»: manifestó el presidente de la república.
El mandatario salvadoreño, tras aclarar que no esperaba convencer a las grandes potencias, dirigió su mensaje a otras naciones que están en similares condiciones, pero con dificultades para encontrar el camino. «Y es que la libertad es una palabra que se dice muy fácil, pero que requiere de lucha, perseverancia y muchos sacrificios para que sea verdadera», agregó en su discurso.
«La libertad de escoger hacia dónde vamos y cómo lo queremos lograr. La libertad de definir nuestro camino como seres humanos»
«Pero para ser libres, como mucho de lo que nos define, depende de cómo nos ven los demás, pero principalmente de cómo nos vemos a nosotros mismos».
«Por lo tanto, además de decidir que queremos ser libres, es requisito indispensable que los poderosos respeten nuestra libertad», resaltó el presidente Nayib Bukele.
Hizo referencia a la experiencia salvadoreña en cuanto a decidir su propio destino: «Vengo de un pueblo donde nuestro destino siempre fue controlado por otros”. “Yo vengo de un pueblo que durante mucho tiempo se vio a sí mismo como menos que los demás; vengo de un pueblo donde nunca habíamos tenido el valor de tomar nuestras propias decisiones».
«Que piensan correctamente que son dueños de sus países, pero piensan incorrectamente que también son dueños del nuestro».
«Vengo de un pueblo que solamente es dueño del país más pequeño del continente americano, y que incluso esa pequeña propiedad sobre ese pedacito de tierra, no es respetada por países que tienen más territorio que nosotros», resaltó el mandatario.
«Quise utilizar este pódium para decir estas palabras, porque tal vez no solo resonaban en mi país, El Salvador; sino también en otros pueblos del mundo, que como el mío quieren construir su propio camino con libertad»
«Unos podrán hacerlo antes, otros después; para unos será más fácil, para otros será más difícil. Pero será mucho más rápido si los países poderosos nos ayudan, o al menos, si no nos quieren ayudar, que no estorben», enfatizo en su mensaje en Naciones Unidas.
Bukele comparó las imposiciones de los países desarrollados a los países en vías de desarrollo con la actitud de un vecino rico que quiere ordenar a su manera la casa de su vecino pobre.