Redacción Voz de la Diáspora
El presidente del Senado de Estados Unidos, Patrick Leahy, advirtió sobre las “amenazas existenciales” en Centroamérica y dijo que El Salvador peligrosamente se acerca a “un Estado de partido único”.
Preocupado por la realidad política, delincuencial, de pobreza y marginación en Centroamérica, así como los peligros a la democracia por la corrupción, amenazas al sistema de justicia o que sean insuficientes los procesos electorales, Leahy pidió al gobierno de Joe Biden y al Congreso en su país que reevalúen las relaciones con cuatro de los cinco países en la convulsa región.
Y enumeró que en Guatemala, “la Corte Constitucional está siendo atacada por el Congreso y el Ejecutivo. Si los magistrados de la Corte son reemplazados por compinches de las otras ramas del gobierno, se perderá cualquier apariencia de un sistema de justicia creíble”.
Dijo que en Honduras, “la corrupción impregna los niveles más altos del gobierno, los activistas de la sociedad civil están siendo atacados y el sistema de justicia es cómplice de perpetuar la anarquía y la impunidad.”
Y sobre El Salvador aludió que el país “se está convirtiendo en un estado de partido único, donde la separación de poderes tiene poco sentido”.
En cambio de Nicaragua se expresó en otros términos y más puntuales porque aseguró que allá existe “una dictadura que utilizará todos los medios que considere necesarios para tratar de evitar unas elecciones libres y justas”.
En general dijo que mientras el pueblo centroamericano “lucha contra la pobreza extrema, la inseguridad alimentaria, la violencia de las pandillas, la falta de confianza en sus líderes y pocas esperanzas de un futuro mejor” millones de ellos probablemente “lo arriesguen todo y abandonen sus hogares por la posibilidad, por remota que sea, de seguridad y oportunidades económicas en otro lugar” y es claro que su destino principal sea Estados Unidos, aunque no lo dijo.
Pero luego explicó que sin buenos gobiernos “ninguna cantidad de ayuda exterior cambiará fundamentalmente esta dinámica” y pidió a la “Administración Biden y el Congreso de los Estados Unidos deben reevaluar nuestras relaciones con estos gobiernos que son la antítesis de socios creíbles”.
Enfatizó que al hacer la reevaluación de las relaciones con esos cuatro países reafirman “nuestro compromiso de defender los derechos del pueblo centroamericano y los principios de gobierno del pueblo, por parte de personas, y para las personas”.