Redacción Voz de la Diáspora
España – El lunes 28 de abril de 2025, un apagón eléctrico masivo afectó a toda la península ibérica, incluyendo España, Portugal y partes del sur de Francia. El corte se produjo alrededor de las 12:32 horas, cuando en apenas cinco segundos desaparecieron súbitamente 15 gigavatios de energía, equivalentes al 60% del consumo eléctrico de España en ese momento. Este colapso provocó la desconexión automática de centrales nucleares y la caída de la red eléctrica en cascada, dejando sin suministro a millones de personas. La causa exacta aún no ha sido determinada, aunque Red Eléctrica descartó un ciberataque y apuntó preliminarmente a una caída abrupta de la generación solar como posible origen.
El impacto fue inmediato y generalizado: semáforos apagados, trenes detenidos, hospitales funcionando con generadores y redes móviles colapsadas. En Madrid, la vida urbana se paralizó; el metro dejó de operar, los supermercados solo aceptaban efectivo y las calles se llenaron de vehículos atrapados en atascos. El torneo de tenis Mutua Madrid Open suspendió su jornada debido al corte de luz. En otras regiones como Zamora, se cerraron centros de salud y farmacias, y las autoridades desplegaron fuerzas de seguridad para mantener el orden.
La recuperación del suministro eléctrico fue progresiva y desigual. A las 17:00 horas, algunas zonas periféricas comenzaron a recibir electricidad, y para la medianoche, el 61,35% de la demanda ya estaba restablecida. A las 7:00 de la mañana del martes 29 de abril, el 99,95% de la demanda eléctrica en España ya estaba abastecida, según Red Eléctrica. Sin embargo, las redes móviles e internet tardaron más en recuperarse debido a la saturación y a la falta de energía en las antenas.
El gobierno español activó el estado de emergencia nacional y desplegó 30.000 agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil para garantizar la seguridad. Ocho comunidades autónomas solicitaron la declaración de emergencia de interés general. El presidente Pedro Sánchez anunció que se exigirán responsabilidades a los operadores privados y se implementarán mejoras en el sistema eléctrico para evitar que una situación similar vuelva a ocurrir.
El apagón también tuvo repercusiones en el ámbito educativo y en el transporte. Varias comunidades autónomas, incluyendo Galicia, Castilla-La Mancha, Madrid, Andalucía, Extremadura, La Rioja, Murcia, Comunidad Valenciana y Aragón, suspendieron las actividades lectivas y el transporte escolar el día siguiente. Además, los servicios de trenes de media y larga distancia se vieron interrumpidos, y los aeropuertos de Madrid y Barcelona operaron con capacidad reducida.
