Redacción Voz de la Diáspora
La mujer de 59 años fue condenada a cadena perpetua luego de matar a su esposo, Michael Baines, vertiendo agua hirviendo con azúcar en su cuerpo mientras estaba dormido en su cama en Cheshire, Inglaterra.
Explicó que decidió matar a su marido luego que su hija le confesó que él había abusado sexualmente de ella y su hermano durante varios años, cuando estaban más pequeños.
Craig, el hijo de Corinna se quitó la vida en 2007, pero antes reveló que fue abusado por un pedófilo, sin embargo, no dijo de quién se trataba.
El día del crimen
Según The New York Post, Corinna hirvió agua en una tetera y le puso tres bolsas de azúcar para lograr una mezcla como caramelo y que esta pudiese adherirse a la piel y generar daño. Su marido, de 80 años, resultó con quemaduras en la tercera parte de su cuerpo quién falleció días más tarde por la gravedad de las lesiones y luego de pasar por varias cirugías en poco más de un mes.
La mujer fue condenada a cadena perpetua por el homicidio, aunque dentro de 12 años podría solicitar una revisión y obtener una reducción en la condena.