
Por Kriscia Recinos
Desde esta mañana, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) advirtió la llegada de Dorian a Puerto Rico y lo hizo convertido en Categoría 1.
Los expertos creen que en cinco días, la tormenta puede ganar más fuerza e incluso se dice que podría llegar a territorio estadounidense como Categoría 2.
Hablar de Categorías es un tecnicismo, pero, ¿qué significa para los habitantes de los lugares afectados?
Los ciclones tropicales se clasifican en cinco categorías según la intensidad del viento, así lo indica el NHC.
Un huracán Categoría 1, presenta vientos entre 118 y 153 kilómetros por hora. Dorian, con esos parámetros en Puerto Rico, provocará vientos sostenidos de al menos 120 kilómetros por hora.
Con daños que afectarán principalmente la vegetación y tendido eléctrico.
Las afectaciones más comunes en estas condiciones son casas con daños en el techo, cables y postes eléctricos que tendrán que ser reforzados, estructuras débiles que podrían ceder.
Un huracán de tal categoría puede provocar marejadas de entre 1 y dos metros sobre lo normal y daños menores en muelles.
Mientras tanto, un huracán de Categoría 2 lleva consigo vientos de entre 154 y 177 kilómetros por hora.
Si pasa esto cuando Dorian llegue a la Florida el fin de semana, sus vientos podrían generar daños en estructuras fuertes, tejados y techos destrozados, árboles arrancados de raíz, bloqueo de calles y redes eléctricas dañadas casi totalmente.
Se considera que un huracán de categoría 2 deja destrucción bastante considerable en muelles, embarcaderos y provoca marejadas de hasta casi 3 metros sobre lo normal.
Tal pronóstico llevaría a la evacuación de los residentes de áreas afectadas.