Redacción Voz de la Diáspora
San Salvador —El periódico digital El Faro reveló en una entrevista con dos altos pandilleros, miembros del barrio 18 revolucionario, un pacto entre altos funcionarios del gobierno y líderes de pandillas en El Salvador.
Los materiales audiovisuales, publicados en las plataformas digitales del medio, muestran las conversaciones y reuniones sostenidas entre representantes del ejecutivo y cabecillas de organizaciones criminales, en un intento por negociar beneficios a cambio de una reducción en los índices de violencia.
Hasta el momento, las autoridades no han emitido un pronunciamiento oficial sobre el contenido de los videos. No obstante, la publicación ha generado reacciones encontradas en redes sociales y en sectores de la sociedad civil que exigen una investigación inmediata.
El Faro, reconocido por su periodismo investigativo, ha sido objeto de vigilancia y cuestionamientos por parte del gobierno salvadoreño en el pasado.
Esta nueva publicación intensifica el debate en torno a la transparencia gubernamental y el manejo de la seguridad pública en el país.
Por otra parte, en el marco del Día Internacional de la Libertad de Prensa que se celebró este 3 de mayo, los representantes del medio digital denunciaron: «Hemos recibido información que se nos está preparando un caso en la Fiscalía de El Salvador para capturar a algunos periodistas por las publicaciones recientes».

Óscar Martínez y Carlos Dada, periodistas del periódico digital El Faro.
Por otra parte, organismos internacionales de prensa se han pronunciado enérgicamente ante los constantes hostigamientos que enfrentan los periodistas del medio salvadoreño El Faro.
Diversas asociaciones que velan por la libertad de expresión han expresado su preocupación por el clima de intimidación y persecución que, aseguran, amenaza el ejercicio del periodismo independiente en El Salvador.
Las denuncias incluyen vigilancia, campañas de desprestigio y presiones legales, lo que ha encendido alertas sobre el deterioro de las garantías democráticas y el respeto a los derechos de la prensa en el país centroamericano.
