Redacción Voz de la Diáspora
Estudiantes de la Universidad de El Salvador (UES) y organizaciones civiles salvadoreñas marcharon el miércoles para expresarse en contra de la privatización del agua. Las protestas se dan en medio de una polémica generada en la Asamblea Legislativa por la discusión entre los partidos políticos, sobre un artículo, que pretenden anexar a la Ley General del Agua, que aún no es aprobada.
Según el artículo de la discordia, la entidad que controle la distribución del agua en el país podrá estar conformada por tres representantes del sector privado y dos del sector público. De ahí, la postura de los estudiantes y las organizaciones medioambientales en oponerse a la participación del sector privado porque para ellos eso significa la privatización del agua.
Los manifestantes y los medioambientalistas consideran que la participación de tres representantes del sector privado en la entidad rectora del agua y en la toma de decisiones de esta, es un claro intento de privatización; pues, pone en desventaja y con poco poder de acción al sector público, que hasta ahora es el que controla la distribución del líquido en el país.
Por un lado, los diputados de derecha aseguran que en ningún momento se trata de privatizar el recurso, sino de permitir la participación de la empresa privada y por el otro, la ministra de Medio Ambiente, Lina Pohl, cree que el punto de preocupación es, que el sector privado tendrá el poder de tomar las decisiones más importantes con respecto al agua.
Las discusiones sobre la Ley General del Agua en la Asamblea Legislativa, no son nuevas. Estas iniciaron en 2006 cuando se presentó la propuesta de ley y hasta ahora, los diputados solo han aprobado 13 de los 92 artículos que la conforman. Las discusiones se basan en tres propuestas de ley presentadas ante la Asamblea en los últimos seis años.
Las protestas del miércoles causaron la detención de dos estudiantes universitarios que lanzaron piedras a la Policía Nacional Civil, en las afueras del edificio de la Asamblea Legislativa. La marcha fue organizada por autoridades de la UES, organizaciones civiles y estudiantiles para exigir además, que se tome en cuenta otra propuesta presentada por la universidad.
