Redacción Voz de la Diáspora
Estados Unidos deportó esta semana a Roberto Carlos Silva Pereira, un exdiputado salvadoreño que escapó de El Salvador, para evitar enfrentar a la justicia de su país que lo acusó por varios delitos, entre ellos lavado de dinero.
Ahora, 13 años después, Silva deberá responder en su país por soborno y delitos de lavado de dinero. La Fiscalía salvadoreña, lo acusa de haber blanqueado $14,000,000 en proyectos municipales al oriente del país.
Según Maricela Velásquez, de la Unidad Especializada contra el Lavado de Dinero de la Fiscalía salvadoreña, Silva cometió varios delitos relacionados al lavado de dinero «utilizando el sistema financiero, empresas de fachada y presta nombres».
La acusación señala que el exfuncionario salvadoreño sobornó a algunos alcaldes del país para que estos adjudicaran varios proyectos a favor de sus empresas y así, justificar la entrada del dinero.
Silva fue acusado en 2006. Pero además, en El Salvador, podría estar vinculado al asesinado de los tres diputados salvadoreños en Guatemala, entre ellos el hermano del actual acalde de Santa Tecla, Roberto d´Abuisson, de ahí que las autoridades guatemaltecas también lo reclaman.
Los diputados salvadoreños fueron masacrados y sus cuerpos fueron quemados en una zona desolada de Guatemala. De acuerdo a los reportes, el crimen podría estar vinculado con el tráfico de drogas en Centroamérica.
Tras la acusación en 2006, Silva huyó del país e ingresó ilegalmente a Estados Unidos, donde fue detenido y enviado a una cárcel de Arizona. Después de cumplir una pena de diez años fue deportado de ese país y a su llegada a El Salvador, fue detenido por las autoridades salvadoreña.