Redacción Voz de la Diáspora
Estados Unidos – Su rostro estaba en cada papilla, puré o sobre de la marca. Su imagen angelical en blanco y negro transmitía tranquilidad y ternura, ideal para niños y padres de familia. Ann Turner Cook fue el rostro de ese bebé que forma parte de la esencia de la marca Gerber, especializada en alimentos para infantes. A los 95 años, Cook murió.
La misma empresa Gerber anunció el fallecimiento de su estrella en una publicación de Instagram. “Muchos años antes de convertirse en una extraordinaria madre, maestra y escritora, su sonrisa y expresiva curiosidad capturaron corazones en todas partes y seguirán viviendo como un símbolo para todos los bebés”, manifestó la compañía.
Apenas tenía cinco meses de nacida cuando una vecina de la familia Cook, la artista Dorothy Hope Smith, dibujó un boceto a carboncillo de Ann. Dicho arte fue enviado a la propia Gerber, que en ese entonces se encontraba realizando un concurso para una campaña nacional de marketing de alimentos para bebé.
Su éxito fue de inmediato. Tanto así que se convirtió en marca registrada de la compañía en 1931. Desde entonces, ha sido utilizado en todos los empaques y publicidades. Por décadas, la identidad del bebé se mantuvo en secreto. Se empezó a rumorar que podía ser Elizabeth Taylor o Humphrey Bogart. Recién en 1970, Gerber reveló que la identidad era de Cook, que para entonces era profesora en Tampa y luego novelista de misterio.
En una entrevista a The Associated Press, Cook comentó que su madre le reveló que era ella la bebé de la ilustración cuando era muy joven. Dijo que la imagen llama su atención porque, a pesar de que todos los bebés son atractivos: “La razón por la que el dibujo ha sido tan popular es que el artista capturó el atractivo que tienen todos los bebés”. A lo largo de su vida, Cook formó una familia de cuatro hijos, ocho nietos y tres bisnietos.
