
Por Juan Carlos Rodas del Castillo
La EDUCACION en Bolivia es un asunto de Estado pendiente, prácticamente, desde la creación de la República ninguno de los gobiernos le dio la real importancia a este muy importante tema, que es pilar fundamental para el desarrollo de cualquier nación.
La educación en el país suramericano está orientada a un sistema anacrónico desfasado en el tiempo, no es secreto que muchos de los gobiernos que tuvo el país altiplánico, la inclinaron principalmente a interese políticos, antes que a políticas de estado orientadas al desarrollo.
Los conocimientos en el mundo, día que transcurre avanzan a pasos agigantados en ciencia, tecnología e investigación, todas las áreas van cambiando y modernizándose de manera acelerada, ello fruto de la investigación, acuciosidad, curiosidad humana, por ver a su nación delante de las demás y principalmente por el bienestar de su población.
El sistema educativo actual fue creado para un mundo tecnológico y realidad pasada. El padre de familia boliviano debería preguntarse: ¿el sistema educativo actual beneficia o perjudica la creatividad de nuestros niños?, ¿muchos de nuestros hijos ven al profesor como amigo o como ogro?, el sistema educativo debería formar personas pensantes, guerreros, no autómatas repetitivos, no memoriones o personas que solo pidan al estado, sino, que produzcan.
Si Bolivia de manera decisiva deseara salir de la pobreza y el subdesarrollo anacrónico en que se encuentra desde su nacimiento, DEBERÍA DECLARAR A LA EDUCACIÓN COMO DE ALTA PRIORIDAD Y URGENCIA NACIONAL, si deseara entrar en un ámbito de desarrollo tecnológico, industrial, investigación y hacerla competitiva frente al resto de las naciones, deberá revolucionar su sistema educativo, cambiando paradigmas de aprendizaje y enseñanza.
Los principales eslabones para los cambios son el Estado y los maestros, este último es quien hace nacer el sentido en los alumnos, gran parte de los profesores se inclinaron por esa labor más por conveniencia que por vocación. En un país que no ofrece fuentes de empleo permanentes, resulta atractivo inclinarse por la labor docente, ya que, al finalizar su formación, le espera un empleo e ingreso permanente, aunque este no sea muy atractivo.
El profesorado como en los países más adelantados, deberían contar con grado académico por lo menos universitario, de preferencia con maestría en educación y en el área que enseñará, porque si seguimos como estamos, seguiremos en el oscurantismo, Bolivia es un país joven en su población, este potencial debe aprovechase, debe examinarse el papel, función y el lugar del maestro en la educación, alcances y ética. Hay un vínculo humano establecido entre el maestro y su discípulo, esto es un compromiso entre uno hacia el otro, pero, ¿hasta qué punto se cumple esto?, los resultados nos dicen que el maestro y el alumno están fallando.
Los Tigres del Asia, ¿qué hicieron para salir del subdesarrollo, el hambre y atraso?, aparte de políticas de gobierno acertadas para impulsar su desarrollo, lo hicieron en menos de una generación (unos 70 años). Su mayor preocupación fue la educación, es allí donde dirigieron gran parte de sus esfuerzos, Bolivia lleva ya cerca de 200 años de vida, son como tres generaciones, y aún no logra despegar.
Resultados de pruebas internacionales dan cuenta del éxito educativo de algunos países asiáticos, como Hong Kong, Taiwán, Corea del Sur, Singapur, Tailandia y Japón, contraponiéndose con la realidad escolar de América Latina. A partir de los datos del informe TALIS 2013, se aprecia una amplia distancia de la docencia asiática de ciertos países y docentes latinoamericanos, también apreciándose particulares obstáculos que la región latinoamericana debe superar para progresar en el ámbito docente, destacándose la importancia de diseñar políticas docentes pertinentes y particulares para cada país y regiones, antes de intentar copiar, se debe poder lograr aprender e inspirarse de las exitosas experiencias de los tigres asiáticos.
Las pruebas PISA, es una evaluación estandarizada de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que mide calidad, equidad y eficiencia de los sistemas escolares de 79 países, evalúan los conocimientos en ciencias, matemáticas y comprensión de textos de alumnos de 15 años, algunos países quedaron fuera del estudio, como Cuba, Haití, Honduras, Nicaragua y Venezuela, Bolivia por decisión propia, en los últimos años se resistió a entrar a cualquier sistema de evaluación, mucho peor al PISA. El informe PISA constituye una radiografía no del todo infiel de la educación en el planeta, deja una cosa clara, las buenas y a veces sorprendentes buenas calificaciones de los países asiáticos.
Asia acapara todas las posiciones en el área de matemáticas, encabezada por la sorprendente Shanghái, sus adolescentes también resultan ser los campeones mundiales en comprensión escrita, también en conocimientos científicos Shanghái ocupa el primer lugar, seguido, esta vez, de Finlandia, Hong Kong y Singapur.
Miyako Ikeda, una investigadora de la OCDE, aseguraba a la agencia France Press que la capital económica de China es «pionera en materia de reformas educativas». Y apuntaba el hecho de haber cambiado ciertos programas escolares a fin de dar a los adolescentes más capacidad de elección.
Gracias a reformas educativas profundas con una fuerte incidencia en materias como matemáticas, física, química y comprensión de la lectura, los llamados Tigres del Asia es como lograron ese vertiginoso ascenso al desarrollo, hoy en día son pioneros en tecnología de punta, demostrando un crecimiento en calidad, cantidad y bajo precio en sus productos alcanzando ampliamente mercados internacionales.
En nuestro país hay estudiantes que odian esas materias que son base para la investigación, conocimiento científico y tecnológico, esto debido a la defectuosa formación de muchos profesores en la adquisición y trasmisión de conocimientos a los alumnos, este es uno de los talones de Aquiles, ellos deberían hacer que los alumnos amen esas materias y las demás.
Los denominados Tigres del Asia, estando por debajo de nuestra nación en subdesarrollo, en menos de una generación saltaron al desarrollo y contar con tecnología de punta, ellos, así como los países llamados desarrollados, siempre supieron que lo más importante para el desarrollo de cualquier nación, es la educación, es ahí donde inclinan sus mayores esfuerzos, ya que sus niños y universitarios bien formados, serán los que gobernarán y producirán en su país a futuro, este es un análisis que todos los países latinoamericanos deben hacerse. Los países europeos pasaron la primera y segunda guerra mundial, fueron casi diezmados en todo aspecto, pero supieron en pocos años levantarse y pesar nuevamente en el contexto mundial en todos los campos. Entonces, ¿qué es lo que Bolivia están haciendo mal?.
Esto podemos medir mirando el estado de nuestro país en economía, salud, educación, investigación, tecnología, corrupción, grado de libertad, justicia, producción, productividad y competitividad y etc. etc., pues las decisiones de gobernantes, legisladores y tomadores de decisiones en general para el estado actual del país, en algún momento ellos fueron estudiantes o no estudiantes, que fueron formando sus ideas conforme la educación que recibieron en aulas escolares y universitarias, ellos hoy son los que dirigen y /o dirigieron el país, pero no todos. Hay profesionales, que pese a la deficiente educación recibida, fueron capaces de salir a terminar de formarse más allá de las fronteras, pocos regresaron, los más se quedan en otros países, ya que les ofrecen mayores oportunidades laborales, de realización personal y económica, cosas que el país no les ofrece, a esto le llamamos fuga de cerebros.
Del Informe finalizado por la Unesco, realizado por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE), de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (Orealc/Unesco Santiago), en conjunto con el Ministerio de Educación, y concluyó al finalizar el 2020, sobre una evaluación realizada en 2017 a cerca de 12.000 estudiantes.
Considerando que la media de la escala regional corresponde a 700 puntos, se observó que, en todas las pruebas, Bolivia se ubicó ligeramente por debajo a este puntaje, en Bolivia se observa una tendencia similar a la observada en los países de la región que participaron.
Según el estudio, Bolivia tiene una gran concentración de estudiantes en los niveles de bajo desempeño. El estudio además arrojó que la proporción de alumnos que se encuentran en los dos niveles inferiores es mayor en sexto que en tercer grado, lo que devela que el desempeño desmejora a medida que los estudiantes avanzan en su proceso educativo.
El estudio divide a los estudiantes entre los niveles I (de menor desempeño) y IV (de mayor desempeño). En la mayoría de los casos, los estudiantes bolivianos se ubican en el nivel I y II. Solo un 20% están en promedio el nivel alto.
Respecto a Matemática, en tercer grado cerca del 63% y 18% de los estudiantes se ubica en los niveles I y II, respectivamente. Eso quiere decir, que más del 80% no logra ubicarse en un nivel de comprensión alto o medio-alto. Es decir, la gran mayoría de estudiantes aún no logra dominar habilidades fundamentales en el campo de las matemáticas, tales como comprender secuencias numéricas, comparar y convertir medidas, o hacer operaciones más desafiantes en el ámbito de los números naturales. En Matemática en sexto grado, el nivel I concentra un mayor porcentaje de estudiantes (62%) quienes sólo pueden realizar tareas sencillas, tales como estimar pesos y longitudes, identificar posiciones relativas en mapas, identificar reglas o patrones de formación de secuencias numéricas simples, resolver problemas simples y leer datos explícitos en tablas y gráficos. Por otro lado, se observa que estos estudiantes presentan dificultades para relacionar distintas vistas espaciales, entre otras. En el sexto grado (niños y niñas de unos 11 años de edad) los alumnos tienen problemas al no poder realizar operaciones algebraicas y entender nociones de aritmética. “Se observa que estos estudiantes presentan dificultades para relacionar áreas, determinar términos faltantes, identificar ángulos, determinar medidas de longitud o masas, entre otras”, sostiene el informe de la Unesco.
El estudio estableció, que los niveles de educación en Bolivia son bajos en áreas como matemáticas, lectura, ciencias sociales y naturales. Más de la mitad de los alumnos se encuentran en la parte inferior del conocimiento. Por ejemplo, en la prueba de lectura en tercer grado (estudiantes de unos ocho años de edad), la mitad de los alumnos se encuentra en el nivel I (el de menor desempeño). Ello quiere decir que uno de cada dos estudiantes no es capaz de interpretar lenguaje figurado, reflexionar y emitir juicios y reconocer tipos de textos de estructuras que no son de uso común.
En relación con ciencias naturales en sexto grado, el 90% de los estudiantes se ubica en la mitad inferior de los niveles de desempeño. Esto significa que sólo son capaces de realizar tareas como interpretar información simple, que poseen conocimiento de la clasificación de los seres vivos y que logran establecer relaciones de causa y efecto en situaciones cercanas a su vida cotidiana.
En cuanto al plano de la escritura, Bolivia obtiene puntajes levemente inferiores al promedio de los 15 países participantes de 2013. El documento también describe que, en todas las pruebas y grados, los estudiantes de poblaciones indígenas presentan desventajas frente a los estudiantes que no pertenecen a este grupo, con diferencias de entre 30 y 80 puntos promedio en las diferentes pruebas del estudio. Asimismo, el estudio entrega datos en los cuales se observan diferencias en el promedio favorables a los establecimientos educativos urbanos por sobre los rurales. También los estudiantes de colegios privados obtienen resultados mucho más altos que los públicos.
Concluimos que los resultados de la Unesco no son muy alentadores sobre el estado de la educación en Bolivia. Debería crearse un staff al más alto nivel con educadores de más alto rango, asistencia de expertos internacionales, empresarios y gobierno, de allí evacuar propuestas para la formación escolar y universitaria del boliviano ideal adecuado al siglo XXI para salir de la pobreza, saltar a la tecnología, al desarrollo y la competitividad. Paralelamente a la investigación y a la ciencia, campos casi incipientes en Bolivia.
Ello permitiría a muchos jóvenes a inclinarse por profesiones de ciencia, tecnología, investigación e ingeniería, no como hoy, que gran mayoría se inclinan por profesiones de escritorio, no productivas, creando mayor burocracia en el estado y municipios. Los profesores deberían despertar, impulsar aptitudes, imaginación y genialidad con que nace toda niñez, Europa ya trabajan en ello, encaminando a sus pequeños a la inclinación natural que les despierta a determinado oficio o profesión, ya no los encasillan en un sistema anacrónico desfasado en el tiempo.