
Milagro Orellana/Maria T. Morales
La lucha por una residencia permanente en los Estados Unidos, ha vuelto a las calles, después de que la semana pasada, la Suprema Corte, resolvió que personas amparadas bajo el Estatus de Protección Temporal (TPS) por sus siglas en inglés, no califican para la Green Card, (Tarjeta de residente).
“Vamos a pelear, caminar y urgir en los pasillos del congreso, y (nos) vamos a organizar, día tras día en calles hasta que ganemos”, dijo Alexandra Morales, Gerente de Política de CARECEN, en Los Ángeles, California.
Frente a un grupo de tepesianos, quienes organizaron una vigilia en el Área 15 US Capitol en Los Ángeles, Morales aseguró que lucharán por una respuesta del Congreso, donde está a la espera de trámite, una solicitud de reforma a las leyes migratorias, presentada por el Presidente Joe Biden, y que podrían terminar con el limbo tanto de tepesianos como de soñadores.
En tanto, Evelyn Hernández, coordinadora de la Alianza Nacional del TPS en Los Ángeles, calificó el fallo de la Suprema Corte, como un bloque frente a la comunidad tepesiana.
Ante este nuevo escenario, Hernández expresó que seguirán con la lucha sobre todo porque el 4 de octubre vencerán los permisos de trabajo para personas amparadas bajo el TPS.
“A través de la Corte -Suprema- no vamos a alcanzar la residencia permanente. Y, ha sido injusto, porque son muchas familias afectadas por esta resolución” señaló Hernández.
En la actividad participaron familias enteras, quienes, junto a sus hijos ciudadanos estadounidenses, demandaron por una residencia permanente.
Lizbeth Zepeda, hija de padres tepesianos, externó sentirse orgullosa de apoyar a sus padres, a quienes consideró como luchadores por una reforma migratoria que abra el camino hacia la residencia permanente.
Sus padres, Orlando Zepeda y Lorena de Zepeda, están convencidos de que “la ultima palabra no está dicha”-en referencia a la última resolución de la Suprema Corte- y que seguirán trabajando por conseguir un estatus permanente.
La familia Zepeda, con dos hijos ciudadanos estadounidenses, son parte de las mas de 400 mil personas amparadas bajo el TPS, procedentes de por lo menos 12 países.“Si el gobierno resolvió dar TPS a ciudadanos haitianos, por qué no para Honduras, por qué no para El Salvador, porque no para, Sudan, Nepal y Nicaragua”, se preguntó Ahilan Arulanantham, abogado/profesor de Derecho de la Universidad de Los Angeles, California y activista proinmigrantes.
Para el catedrático, el gobierno debe de pasar de la promesa a la acción, y recordó que todos deberán alzar sus voces para lograr justicia.
Llamado a la unión
Eduardo Sinay, es un jornalero quien emigró de Guatemala hace 32 años. Su caso, como el de muchos, durmió el sueño de los justos en los escritorios de supuestos abogados estafadores, según explicó a Voz de la Diáspora.
Sinay mostró cierta frustración por considerar que existen miles de personas con TPS, pero no apoyan el movimiento por una solución migratoria.
Su situación, como la de miles en el país, también es incierta al no contar con ningún documento que ampare su estadía en este país. Aseguró que tras un caso de solicitud de refugio que le fue denegado, desistió de buscar un estatus legal en el país.

Sinay, es uno de cientos de jornaleros, quienes a diario no tienen otra salida, más que solicitar trabajo, en esquinas de grandes corporaciones, negocios de ferreterías y materiales de construcción.
Con notable sentimiento de frustración hizo un llamado a sus compatriotas a salir a las calles y apoyar un movimiento nacional que, por hoy se encamina hasta el Congreso.
“Solo con muchos vamos a lograr bastante”, consideró el guatemalteco, a la vez que denunció haber sido objeto de abuso laboral y de engaños por parte de abogados de migración quienes le prometieron, pero nunca resolvieron su situación.
Pese a su situación, el ciudadano guatemalteco, agradeció “la buena suerte de contar con buenas personas de las que siempre he contado con su apoyo”, así lo manifestó.