Por Yaneth Estrada
La labor de informar no tiene tregua, más en medio de situaciones de emergencias, calamidad, desastres naturales, guerras y hasta la pandemia mundial por COVID-19. Esta la ejercen profesionales del periodismo, quienes cumplen su compromiso social, a pesar de enfrentar presiones, censura, persecución, sueldos precarios, inestabilidad laboral, amenazas, falta de medidas de bioseguridad, y hasta la muerte.
Entre marzo y agosto, 82 periodistas peruanos murieron por COVID-19 mientras cubrían la pandemia, según la Federación Internacional de Periodistas (FIP). Perú y Ecuador encabezan la lista de 181 periodistas muertos por el virus en América Latina.
Además de Perú, al 19 de agosto, la FIP registró el número de periodistas fallecidos por COVID-19 en Ecuador (40), México (13), Brasil (9), Honduras (7), El Salvador (7), República Dominicana (5), Guatemala (3), Nicaragua (3), Bolivia (2), Colombia (2), Argentina (1) y Panamá (1).
Solamente, en El Salvador en el último conteo de la Asociación de Periodistas (APES) se contabilizaron 102 casos confirmados de coronavirus, 68 de estos casos son activos, 27 recuperados y 7 fallecidos.
La presidenta de la Asociación, Angélica Cárcamo, explicó que «muchos periodistas no están siguiendo los protocolos requeridos; aunado a la falta de insumos de seguridad que no se les han proporcionado; la exposición al virus en conferencias de prensa, coberturas y hospitales».
En este sentido, instó a las empresas de comunicación a no bajar la guardia y dotar de equipo de seguridad a sus trabajadores.
La Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP), el Sindicato Nacional de Escritores de Prensa de México, la Asociación de Periodistas de El Salvador y la Federación Nacional de Periodistas de Brasil, entre otros, han brindado la información para el informe de la FIP.
Diferentes países y misma situación
Juan José Relmucao, gerente de comunicación de la FIP, dijo a LatAm Journalism Review que a pesar de que esta cifra se debe a los diferentes factores y características socioeconómicas y de salud de cada país, los casos de periodistas latinoamericanos muertos por el virus han aumentado considerablemente en el mes pasado.
“Desde marzo venimos realizando encuestas periódicas sobre este tema y en nuestro último esfuerzo registramos la cifra que se publicó, que es muy alta y que, seguro y lamentablemente, por lo difícil que es rastrear estos datos en tiempo real, se queda corto», comentó Relmucao.
El 1 de julio, la organización con sede en Ginebra, Press Emblem Campaign, informó que Perú era el país con más periodistas asesinados por COVID-19 en el mundo, según Associated Press.
Distintas Latitudes, una organización periodística que nació en México, pero que agrupa a periodistas de varias partes de América Latina, investigó entre julio y septiembre las muertes de colegas que perdieron la vida a causa de la pandemia.
Con la información recopilada, la organización creó el micrositio «Adiós Cobertura», que lanzó el 28 de septiembre para homenajear a los periodistas caídos en el cumplimiento de su deber.
El abandono de la salud y la precariedad laboral se encuentran entre las principales condiciones que contribuyeron a una mayor exposición a la infección viral de los periodistas latinoamericanos fallecidos, dijo la organización.
Retomo esta frase, «un profesional del periodismo es quien denuncia las adversidades que atentan contra el deterioro de la integridad de la gente y la sociedad, aún a costa de su vida», vaya este homenaje póstumo a los 181 profesionales latinoamericanos fallecidos durante la pandemia.