Redacción Voz de la Diáspora
La organización internacional Educo alerta sobre el incremento potencial de factores de riesgo de trata para la niñez y adolescencia debido a la crisis sanitaria global por Covid-19. La evidente afectación a la salud, las medidas de confinamiento que impactan negativamente en la economía de miles de familias, el estrés frente a la incertidumbre del futuro inmediato, la violencia en los hogares, así como el mayor uso de medios virtuales, los vuelve más vulnerables ante este delito.
“La obligatoriedad de que niños, niñas y adolescentes permanezcan en sus hogares, si bien constituye una medida de bioseguridad, no siempre significa una efectiva medida de protección frente a otros riesgos como la violencia en la familia o la exposición a situaciones de captación para trata o abuso y explotación en línea”, afirmó Nancy Ale Olguin, coordinadora de Protejeres en Educo Bolivia.
La niñez y adolescencia han visto rotas sus redes personales y tienen limitado su acceso a la escuela, que es un espacio no solo educativo, sino de protección e incluso alimentación. En algunos casos, para suplir esta ausencia se ha generado un aumento masivo del uso de los medios virtuales, con riesgos inherentes que conlleva el desconocimiento o mal uso de estos. En muchos otros casos en países en vías de desarrollo, desde muy temprana edad deben asumir un rol activo en el sustento de sus familias; fenómeno que también lo advierte la Organización de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC 2020) “más niños y niñas están siendo forzados a salir a las calles en busca de alimentos e ingresos, lo que incrementa su riesgo de explotación”.
“Todo esto desemboca en que los grupos de tratantes desarrollen una serie de estrategias para acceder a esta población que incrementa su vulnerabilidad, “reinventando” y “actualizando” sus modalidades de captación y explotación. Por un lado, aprovechando las dificultades económicas o de indefensión, ofrecen engañosas formas de remuneración, alimentación o protección, que no tienen otro fin que lograr captar nuevas víctimas. Por otro lado, el hecho de permanecer en los hogares también expone a riesgos de captación o “enganche” o incluso la explotación en sí a través de muchas formas encubiertas en los medios virtuales, ya sean juegos, redes sociales o páginas aleatorias”, explicó la experta de Educo.
Las modalidades y procesos que implica, en términos de origen, tránsito y destino convierten a la Trata de Personas en un fenómeno de impacto global. La explotación sexual y el trabajo forzado son las formas predominantes de trata de personas, representando alrededor del 90% de los casos identificados (UNDOC). El porcentaje restante de víctimas captadas son explotadas con fines de tráfico de órganos, mendicidad infantil, matrimonios forzosos o el reclutamiento para conflictos armados.
Todo esto debe llamarnos a la preocupación colectiva, por el impacto que este problema representa en términos de la garantía de los derechos humanos y el cumplimiento de los objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que nos hemos trazado como conglomerado global, y en particular la meta de eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación. “Garantizar que las niñas, niños y adolescentes estén seguros y protegidos, aun en los tiempos más difíciles y complejos, es responsabilidad de todos y todas. El diálogo, el respeto y el buen trato serán siempre fundamentales para que los hogares sean lugares seguros y la información y el conocimiento son elementos que nos ayudarán en este propósito”, menciona Nancy Alé.
En Bolivia, Educo implementa el Programa Tejiendo Redes Seguras – Protejeres con el apoyo de la Cooperación Española y en asocio con CEADL, Fundación Munasim Kullakita y Fundación Estrellas en la Calle. Protejeres realiza actividades de capacitación a niñas, niños y adolescentes, así como también favorece la atención en casos de supervivientes. Genera sinergias con actores de la sociedad civil, entidades públicas y privadas, para que en conjunto y basados en un principio de corresponsabilidad se impulsen acciones de incidencia y concienciación en torno a esta problemática.
Por otra parte, reconociendo que la migración irregular puede generar un aumento de este flagelo; Educo, junto al ChildFund Alliance, ejecutan el proyecto CONFÍO para prevenir la migración irregular de niñas, niños y adolescentes en Centroamérica y México, donde participan cerca de 254.000 jóvenes.