Por Engelberto Maldonado Pérez, corresponsal en Italia
Roma – El fin de la Semana Santa sorprende a toda la comunidad católica con la muerte del Papa Francisco.
Según el comunicado vaticano el deceso ocurrió a las 7:35 de este lunes, hora italiana.
Al parecer el Papa quiso dar su último saludo a los feligreses presentes en Plaza San Pedro haciendo un giro en el papamóvil inmediatamente después del ángelus del domingo de pascuas.
Fue la última salida en plaza luego de dos meses fuera de exposición por la pulmonía descubierta el 14 de febrero del presente año que lo obligó a una hospitalización por cerca de un mes.
Inmediatamente a su muerte son innumerables las condolencias que llegan al Vaticano, muchas de las cuales agregan que ha terminado un pasaje de la iglesia católica con un orientamiento profundo a la población marginada.
Los vaticanistas italianos hacen énfasis en mencionar sus innumerables mensajes dirigidos al calvario que sufre la población migrante que huye de las guerras, la miseria y la persecución política y religiosa.
Phil Pullella, vaticanista, señaló también los recordatorios que efectuó el papa repetidamente sobre las tantas guerras aisladas y poco mediatizadas en el mundo en las cuales existen atrocidades no difundidas por los noticiarios como ocurre con la de Ucrania y la de Palestina.
La presidenta del parlamento europeo Roberta Metsola, no ha dudado en calificar que con su muerte ha desaparecido “el Papa del pueblo”.
Y qué razón tiene la presidenta del parlamento europeo, ya que con este pontífice los salvadoreños vieron la canonización y santificación de Monsenor Óscar Arnulfo Romero el 14 de octubre de 2018 y cuatro años después, la beatificación del Padre Cosme Spessotto y padre Rutilio Grande.
Los dos sacerdotes fueron asesinados durante la guerra civil en El Salvador y en diferentes momentos y lugares. El día de la beatificación, el Papa Francisco hizo énfasis en el martirio de ambos pastores porque fueron sacrificados por “acompañar al pueblo” en el camino del evangelio tal como lo hizo Jesús.
